El número de micciones que debe realizar un hombre adulto suele estar entre las 5 y las 7 veces, según los expertos.

El número de micciones que debe realizar un hombre adulto suele estar entre las 5 y las 7 veces, según los expertos. iStock

Historias Salud masculina

Cuántas veces es normal que un hombre orine al día: "El espectro de enfermedades es tremendamente amplio"

Dos especialistas de urología explican a ENCLAVE ODS las razones que pueden estar detrás de un cambio en la dinámica de micción diaria. 

30 marzo, 2023 01:46

Seguramente, al igual que muchas otras personas, también te has preguntado cuántas veces es normal orinar al día. Unos días podemos ir mucho al baño y otros poco, pero ¿cuánto es lo saludable? Respondiendo a esta pregunta, el doctor Juan Leal, especialista del Servicio de Urología del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, afirma que “lo habitual o más común es orinar entre 5-7 veces al día, si bien no existe realmente un número correcto de micciones que debamos realizar”. 

“Un hombre adulto, que disfruta de buena salud, suele tener micciones cada 3 o 4 horas al día y no se levanta por la noche”, apunta Carmen González Enguita, jefa del Servicio de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. Eso sí, aclara la doctora, “la cantidad de líquidos que se consumen al día, la edad, la actividad física, el estado de salud y los hábitos individuales de micción pueden variar la frecuencia miccional”.  

El agua, tan importante para nuestro organismo, puede estar detrás de la variación de la frecuencia de micciones a lo largo del día. Por un lado, la falta de ingesta puede ser la causa de una micción infrecuente. “El riñón no deja de ser un filtro por el que nuestro organismo es capaz de eliminar sustancias tóxicas y el exceso de agua”, explica Leal. Y “si recortamos el aporte de líquidos, tendrá más problemas para realizar su función y menor capacidad para eliminar agua”.

Al contrario, el exceso de ingesta de agua puede ser una razón para el aumento del volumen urinario. Además, aclara González, “si la ingesta elevada se realiza en grandes volúmenes, en poco tiempo, rápidamente con alta velocidad, o de golpe, la micción es aún más frecuente y se produce entre intervalos intermiccionales muy cortos”. 

Pregunta. Entonces, ¿cuándo debería preocuparse alguien por el número de micciones en un día? 

C. G. Debería consultar con su médico siempre que experimente cambios en su hábitos miccionales habituales. Si, por ejemplo, un día comienza con micciones muy seguidas, por ejemplo, cada 30-45 minutos, si después de una micción necesita volver a orinar al cabo de unos pocos minutos, si se levanta muchas veces… Y, en situación inversa, si pasa muchas horas sin deseo miccional, o presenta dolor imperioso de orinar sin conseguirlo. 

El doctor Leal apostilla, además, que hay que tener en cuenta las situaciones en las que “el número de micciones no es proporcionado con respecto a la cantidad de líquido que ingerimos”. Por ejemplo, “si el número de micciones es muy bajo, pero nuestra ingesta de líquidos es la normal, deberíamos consultar sobre este tema”. 

Qué problemas de salud enmascara 

El cambio en la frecuencia de micciones puede ser síntoma de otros problemas de salud. Por ejemplo, explica la doctora González, cuando existen pocas micciones o muy distanciadas entre sí, “hay que ir a la búsqueda de enfermedades como la insuficiencia renal, estados de deshidratación, obstrucción del tracto urinario, o relacionarlo con la toma de ciertos fármacos como los anticolinérgicos”. 

Al contrario, tener micciones muy frecuentes puede estar relacionado con algunas enfermedades como la diabetes, la infección urinaria, la vejiga hiperactiva o la ingesta de ciertos medicamentos como pueden ser los diuréticos. “Pero, sobre todo, una micción muy frecuente produce incomodidad, tanto en lo personal, como en lo más íntimo, así como repercusión negativa en las actividades laborales o sociales de las personas que lo sufren”, añade González. 

Otra enfermedad que tampoco hay que olvidar, según el doctor Leal, es la “patología prostática”, en la que la “obstrucción de la salida de la orina puede implicar un mal vaciado de la vejiga que provoque la necesidad de aumentar nuestra frecuencia miccional, pudiendo llegar incluso a no ser capaces de orinar pese a tener la vejiga llena”. 

“El espectro de enfermedades que pueden producir alteraciones de la frecuencia miccional y el volumen urinario es tremendamente amplio”, indica Leal. Por ello, ambos médicos señalan la importancia de consultar con el médico si hay cualquier tipo de alteración en nuestra dinámica miccional. 

“De la misma forma debemos consultar cuando aparecen cambios en el color que no podamos justificar con la alimentación o si aparecen productos no esperados como sangre, cálculos, un exceso de espuma o sedimento en nuestra orina”, añade Leal. Esto, recuerda la doctora González, puede ocurrir en cualquier momento de nuestra vida, sin depender de la edad. 

Eso sí, por lo general, para mantenernos saludables y evitar cualquier tipo de problemas en la micción, es necesario realizar una “ingesta adecuada y ordenada de líquidos, que viene a ser de 1,5 litros de agua al día”. Algo que “favorece una buena salud general y urinaria y conduce a una dinámica vesical (de la vejiga) saludable”, concluye la jefa del Servicio de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.