Imagen de una de las cubiertas municipales cedidas para instalar parte de los paneles solares de la TEK de Zumarraga.

Imagen de una de las cubiertas municipales cedidas para instalar parte de los paneles solares de la TEK de Zumarraga. Raquel Nogueira

Historias Comunidades energéticas

500 euros de ahorro al año en la factura de la luz: la ‘revolución’ energética de un pueblo de Gipuzkoa

En 2023, la provincia vasca quiere impulsar 36 comunidades energéticas locales que sigan los pasos de la de Zumarraga y sus vecinos. 

28 febrero, 2023 01:50

Al pie de una montaña nevada, en el corazón de Gipuzkoa, se erige un pueblo con más de ocho siglos de historia. Cuando ponemos pies en su estación, Zumarraga se acaba de despertar una mañana de febrero tras una noche gélida, de esas en las que las calefacciones funcionan a toda potencia. Con los precios de la luz desorbitados –aunque menos que en otros países europeos gracias a la ‘excepción ibérica’–, algunos se lo habrán pensado dos veces antes de encender el radiador.

No es el caso, sin embargo, de las 250 familias que forman parte de la TEK (comunidad energética local, por sus siglas en euskera) de esta localidad de menos de 10.000 habitantes, pionera en nuestro país. Con este modelo de autoconsumo compartido se produce entre el 20% y 25% de la energía de buena parte de este municipio del corazón del País Vasco.

En 2021 se puso en marcha la comunidad energética de Zumarraga; sin embargo, cuenta el alcalde del pueblo, Mikel Serrano, hasta noviembre del año pasado Iberdrola no conectó a la red eléctrica los 5 puntos renovables de los que dispone el pueblo. Por tanto, puntualiza, el autoconsumo no se hizo efectivo hasta ese momento.

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Aunque eso no quiere decir que la TEK no cumpliese su función hasta ese momento. Serrano explica que hasta ese momento de lo que sí se beneficiaron las familias y negocios adscritos fue de “la compra mancomunada de energía”. Porque, asegura, “no es lo mismo negociar con la comercializadora como ciudadano individual que como comunidad energética, porque somos 250 familias amenazando con irnos”.

Y eso, recalca José Ignacio Asensio, diputado foral de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas de la Diputación de Gipuzkoa, formaba también parte del objetivo desde el principio, porque “en eso consiste la democratización” de la energía. Por eso, cuenta, su departamento “apuesta por la creación de comunidades energéticas”, algo que “sitúa a Gipuzkoa como un referente en el camino hacia la transición energética”.

La TEK de Zumarraga, desgranada

“Con una inversión inicial pequeña, que además se puede pagar en 3 plazos, obtienes un ahorro de 500 euros anuales de media”, explica el alcalde de Zumarraga. Y es que tanto desde la Diputación como desde los consistorios que ya han puesto en marcha esta modalidad de autoconsumo aseguran que solo son necesarios un “pago de entrada” de 150 euros y una cuota mensual de entre 6 y 9 euros, dependiendo de la TEK.

Pero ¿qué hay de novedoso en las comunidades energéticas de Gipuzkoa? El diputado de Medio Ambiente lo explica: “Se trata de una colaboración entre ayuntamientos, diputación y TEK. La diputación hace acompañamiento, asesoramiento y financia la instalación y mantenimiento; el ayuntamiento cede cubiertas públicas para instalar las placas solares y la TEK se encarga del resto”.

Además, explica Asensio, el modelo de comunidades energéticas que se ha diseñado, junto a Edinor (Energía Distribuida del Norte), de Grupo Petronor –entidad que busca el desarrollo de energía distribuida en núcleos urbanos e industriales, maximizando la integración de energías renovables en el sistema–, se basa en “un cambio de modelo energético”, que sea “más sostenible, justo e inclusivo”.

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Por eso, no hay “permanencias” ni penalización en las comunidades energéticas de Gipuzkoa. “Si alguien se quisiese salir, se le devuelve parte de la ‘entrada’ y ya está”, asegura Asensio. Y asegura: “No creo que eso vaya a pasar”.

El sistema está pensado “teniendo en cuenta la realidad social, especialmente de los jóvenes y de las personas vulnerables”, insiste Mónica Pedreira, directora de Medio Ambiente de la Diputación Foral de Gipuzkoa. Por eso funciona a través de Códigos Unificados del Punto de Suministro (CUPS) y no de domicilios. Así, cuenta, “si tú estás de alquiler, como es el caso de la mayoría de los jóvenes, que no pueden acceder a la compra de una vivienda, puedes formar parte de la comunidad energética igual”.

Además, para cumplir con esa ‘promesa’ de inclusión, las TEK cuentan con plazas reservadas para las personas más vulnerables del municipio. En el caso de Zumarraga, por ejemplo, han “guardado” 10 plazas que, en los próximos meses, concederán a quienes lo necesitan, explica el alcalde.

Y es que tras una evaluación compartida de servicios sociales locales y Cruz Roja –aliada de Edinor a nivel estatal para proveer de energía verde a la población vulnerable–, que se está llevando a cabo mientras se escriben estas líneas, esta comunidad energética local pionera en Gipuzkoa busca combatir la pobreza energética. Porque, recuerda Asensio, es un pilar esencial de la propia naturaleza del autoconsumo compartido.

El diputado de Medio Ambiente de Gipuzkoa, José Ignacio Asensio, y el alcalde de Zumarraga, Mikel Serrano, delante de una de las instalaciones de placas solares de la TEK de Zumarraga.

El diputado de Medio Ambiente de Gipuzkoa, José Ignacio Asensio, y el alcalde de Zumarraga, Mikel Serrano, delante de una de las instalaciones de placas solares de la TEK de Zumarraga.

El funcionamiento de este ‘bono social’ de la comunidad energética es sencillo: 10 familias vulnerables del pueblo contarán con el apoyo de Cruz Roja para entrar en la TEK, la entidad abonará la cuota de entrada y financiará la cuota mensual de la familia durante, al menos, dos años.

"Todo fueron ventajas"

Andoni Ayllon es farmacéutico y todo en un experto en esto de las comunidades energéticas. Tanto la farmacia que regenta junto a su hermana en Zumarraga como su hogar se abastecen de la TEK del municipio. Él decidió dar el paso en mayo del año pasado. Su hermana, cuenta, tardó un poco más y ahora su casa está “en lista de espera”. Y es que esta localidad guipuzcoana se ha volcado en la comunidad energética, que está en proceso de ampliación para dar suministro a todos los vecinos interesados.

“Cerca de la farmacia abrieron un punto de información y al pasar todos los días delante, por curiosidad, entré a preguntar y vi que todo lo que me ofrecían eran ventajas”, explica Ayllon cuando se le pregunta qué le llevó a apostar al autoconsumo compartido. Además, cuenta, también tenía “motivación ecológica y la de apostar por la economía circular y generar dinero en el pueblo, que se quede en el pueblo”.

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Todo eso, asegura, “fueron ventajas”. Y eso que en un primer momento no sabía si realmente iba a haber ahorro o no. “Fue una apuesta un poco fuerte; te garantizaban que sí, que lo habría, con el tiempo les das la razón: el ahorro se produce”, zanja.

La experiencia de Juanjo Aramburu, propietario de la carnicería Ata en Zumarraga, es similar: él llegó a la TEK hace “un año y pico” y la vio como una opción perfecta para su comercio porque “por aquel entonces estábamos triplicando el importe de pago en la factura de la luz y necesitábamos una solución”. De entre todas las alternativas que exploraron, cuenta, se decantaron por la comunidad energética “por el tema económico, por la cercanía y el asesoramiento que nos mostraron”.

Pero como Ayllon, Aramburu también decidió unirse a nivel particular, algo bastante común entre los negocios que forman parte de esta TEK. Ahora, tras más de un año formando parte del autoconsumo compartido, este carnicero guipuzcoano asegura estar muy contento con el servicio prestado, especialmente con respecto al comercio: “Hemos conseguido tener cifras similares a las de antes, con lo que eso conlleva en gestión y mantenimiento de nuestro pequeño comercio”, asegura, haciendo referencia al aumento del precio de la luz del último año.

Ayllo asegura que él ahorra cerca del 40%. Y como Aramburu, donde más lo nota es en su negocio. Y es que son los establecimientos comerciales los que, además, se benefician directamente de la energía solar generada al estar abiertos al público durante las horas de luz. “Compensa mucho”, sentencia.