Cuenta la leyenda que cuando una mujer joven volvía a su casa desde el mercado de la ciudad, se encontró con un hombre extraño sentado en una roca. La joven llevaba consigo un cántaro de agua y una cesta con huevos. Pensando que el viajero estaría cansado, la joven le ofreció un trago de agua.

Cuando le devolvió el cántaro, se sorprendió al ver que tenía heridas en la mano. No obstante, el extraño no dijo nada y se fue en dirección contraria a la joven. Cuando llegó a su casa, la joven descubrió que sus huevos se habían convertido en unos hermosos pysanka. El extraño, por supuesto, era Jesucristo y esa fue la primera mañana de Pascua. 

Esta es sólo una de las muchas leyendas que existen detrás de los mágicos huevos de Pascua ucranianos. Durante siglos e incontables generaciones, los ucranianos han creado estas pequeñas joyas. Los estudios señalan que los primeros pysanky datan de la era precristiana, aunque con la expansión del cristianismo, estos huevos adoptaron una nueva interpretación: la Santísima Trinidad.

Los pysanky son una de las tradiciones más famosas de Ucrania durante la Semana Santa y generalmente se crean durante la última semana de Cuaresma. Se entregan a amigos y seres queridos para representar el regalo de la vida y, por lo general, se decoran para que coincidan con la personalidad del receptor.  

Los pysanka se crean generalmente durante la última semana de Cuaresma iStock

Los motivos impresos en los huevos pueden adoptar diferentes formas y cada una de ellas tiene un significado diferente. Algunos ejemplos son formas geométricas, símbolos cristianos, plantas, flores o animales. 

También los colores tienen un importante peso simbólico. Por ejemplo, el rojo representa la sangre que da la vida y el azul, el cielo y la buena salud. 

Sin embargo, con la Semana Santa a la vuelta de la esquina, este año la Pascua se celebrará de una forma muy distinta en Ucrania. Azotada por la destrucción de la guerra por la invasión de Rusia, hay pocas cosas que celebrar excepto la vida. 

Y qué mejor forma de hacerlo que apoyando a los artesanos que regalan la excepcionalidad de la existencia. Una de ellas es Veronika, dueña de la tienda Narodniy Dim Urkaina. Sus pysanky (y otras artesanías ucranianas) se pueden comprar en Etsy, un portal de comercio dedicado a las artesanías. 

También los pysanky de Volodymir, dueño de Store Of Embroidery, radicada en Kosiv (Ucrania). En el mismo portal, se pueden encontrar hasta dos decenas de opciones de sus huevos de Pascua. Aunque es muy probable que tarde bastante en llegar, es fundamental cualquier ayuda para que los artesanos sigan regalando vida. 

'Pysanky' para la paz

Otra antigua leyenda de los pysanky reza que mientras continúe la costumbre de decorar huevos, el mundo existirá. Si el número de pysanky creados al año es reducido, el caos y la destrucción se apoderarán de la Tierra. Si, por el contrario, el número aumenta, el bien triunfará sobre el mal. 

Bajo esta lógica, Sarah Bachinger, una ucraniana-estadounidense que decidió pasar a la acción al ver las atrocidades de la guerra, creó el Proyecto Pysanky por la Paz (Pysanky For Peace Project).

Su objetivo es crear y recolectar 100.000 pysanky con el fin de recaudar fondos para ayudar a los esfuerzos humanitarios en curso en Ucrania, además de dar a conocer esta importante tradición del pueblo ucraniano. 

En su página web se pueden encontrar las diversas formas para ayudar y participar: aprender a hacer una pysanka y donarlo a la organización, donar bienes o fondos directamente a las organizaciones con las que colaboran o incluso comprar merchandising del proyecto.