Buscar un equilibrio entre la vida profesional y la personal no siempre es fácil. De hecho, cuando pensamos en conciliación, tendemos a imaginar una familia con papás, mamás e hijos. No más lejos de la realidad, ¿tienen las entidades en cuenta las necesidades de las personas solteras, que viven solas o sin hijos?

Según el último análisis de tendencias y percepciones del Observatorio Alares, realizado en enero de 2022, un 78% de los encuestados considera que en las empresas se tiene menos en cuenta la conciliación de las personas que viven solas que la de aquellas que viven en pareja o tienen hijos. Mar Aguilera, directora de Fundación Alares, reconoce que, actualmente, la palabra conciliación ha evolucionado. Y recuerda que "no solamente hace referencia al ámbito familiar, donde están nuestros hijos, sino también donde están nuestras parejas, nuestras madres, padres o mascotas". 

Desafortunadamente, todavía algunas entidades siguen creyendo que las necesidades de los empleados son las mismas para todos. Aguilera considera que lo más importante para desarrollar adecuados planes de conciliación es la flexibilidad, "tener en cuenta la diversidad de su plantilla y que las personas tengan voz para poder expresar lo que quieren".

Según el INE, en 2020, en España había 4.849.900 personas viviendo solas

Sesgos inconscientes

A menudo, las personas solteras se enfrentan a situaciones en el ámbito laboral relacionadas con el incremento de las horas extra. Pero también pueden tener mayor carga de trabajo al pensar que no dedican tiempo a sus hijos o, incluso, tienen menos prioridad a la hora de asignar las vacaciones, pues no necesitan coordinarlas con sus parejas. Lo mismo ocurre con los días libres o de asuntos propios.

Desde Alares indican que se tratan de sesgos inconscientes que demuestran que el estado civil influye "en la inclusión de determinados colectivos".

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en su última encuesta realizada en 2020, en España había 4.849.900 personas viviendo solas. En cuanto a los hogares unipersonales de personas menores de 65 años, el 59,1% estaban formados por hombres y el 40,9% por mujeres. Además, con respecto a 2019, los hogares unipersonales se incrementaron un 2%.

En la actualidad, Aguilera señala que "las tendencias nos dicen que el número de hogares unipersonales aumentará en los próximos años. Cada vez hay más personas solteras, o bien porque no tienen pareja o porque se han separado".  

La conciliación laboral no es un café para todos.

Considerar la esfera personal, profesional y familiar debería ser primordial pues, como dice esta experta, "es muy importante que las empresas tengan en cuenta que la conciliación no es un café para todos". Porque, aunque una persona viva sola y no tenga pareja, quizás le pueda apetecer leer, salir con sus amigos, con sus padres, ir al gimnasio o disfrutar de unas vacaciones en solitario.

Al final, los solteros necesitan conciliar lo mismo que padres y madres con hijos: "No digo en las mismas cosas, pero sí en el mismo porcentaje", cuenta Aguilera. Y añade: "En términos generales no se están valorando sus necesidades, pero sí es verdad que está cambiando la situación". 

El segundo motivo de discriminación en entornos laborales es el género, según el Observatorio Alares 

No obstante, para que las entidades puedan adaptarse a sus trabajadores es necesario preocuparse por conocerlos, algo que se puede conseguir a través de simples encuestas a las plantillas. "La empresa que hace eso es la que consigue que al final el joven o la persona soltera o que vive sola tenga las mismas posibilidades de conciliar", asegura Aguilera.  

Mujer y soltera

Los estereotipos asignados a las personas solteras se unen a otros aspectos como el género, sufriendo una doble discriminación: mujer y soltera. Según el termómetro de discriminación y sesgos inconscientes en las empresas que forman parte del Observatorio Alares, el segundo motivo de discriminación en entornos laborales es el género (11%).

Ana Bujaldón, presidenta de la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE), cuenta que en empresas, y también en algunos entornos familiares, "persiste la idea de que una mujer sin hijos no tiene nada que hacer con su tiempo más allá del trabajo y, por lo tanto, tiene completa disponibilidad a cualquier hora del día".

Bujaldón explica que "reivindicar el tiempo a formarse, relacionarse, disfrutar o descansar cuando la jornada laboral termine" es determinante. La vida personal existe más allá de las responsabilidades familiares y el tiempo de las mujeres solteras es igual de valioso que el del resto.

Ana Bujaldón: "Muchas veces las propias mujeres tenemos cargo de conciencia"

Además, señala que hay una idea que sigue muy arraigada en nuestra sociedad: "Muchas veces, las propias mujeres tenemos cargo de conciencia por disponer de nuestro tiempo pensando en nosotras mismas". En este sentido, Bujaldón es tajante: "Habría que preguntarse por qué, en pleno siglo XXI, muchos siguen pensando que el tiempo de las mujeres sólo puede utilizarse para trabajar, bien en la empresa, bien en el seno de la familia".

Para que las empresas puedan ser single friendly, además de conocer a los empleados y analizar sus necesidades, es importante realizar un seguimiento. Hay que adaptarse al cambio y lo que requiere cada trabajador será diferente en uno u otro momento de su vida pues, como explica Aguilera, "el programa de conciliación basado en las necesidades reales de la plantilla debe adaptarse al cambo".

Pero para poder aplicarlo, lo primero es ser consciente de que, como señala esta experta, "no tiene que haber personas con más necesidades que otras, porque no conoces mi vida personal".