La Sociedad Española de Neurología (SEN) establece que un 12-13 % de la población sufre de migraña, lo que significa que más de 5 millones de españoles padecen esta enfermedad, convirtiéndose así en la enfermedad neurológica más prevalente en nuestro país.

A pesar de los datos, hay mucha desinformación acerca de esta condición que, en muchos de los casos, puede llegar a ser incapacitante.

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No es un simple dolor de cabeza, y la mayoría de pacientes que la sufren aseguran haberse sentido incomprendidos cuando han tenido que cancelar un plan o incluso no asistir al trabajo por un episodio de migraña.

¿Qué es la migraña?

La migraña es un desorden neurológico que se manifiesta en un dolor de cabeza intenso o grave, convirtiéndola en una enfermedad extremadamente incapacitante para las personas que la sufren.

Afecta a la parte frontal o a toda la zona del cráneo y se presenta en forma de crisis o ataques. Estas crisis se pueden presentar de dos formas:

• Episódicamente: Cuando el dolor aparece 9 días al mes hablamos de crisis episódica poco frecuente, y si está entre las 10-14 veces al mes, se denomina episódica muy frecuente.
• Crónica: Cuando el dolor aparece 15 días o más al mes.

El dolor que se experimenta en una crisis es agudo, profundo y pulsátil, una sensación que se asemeja como si te estuvieran golpeando la cabeza. Además, se produce de forma gradual, ya que se inicia de forma leve y aumenta a medida que pasan las horas.

La luz, el ruido y los movimientos suelen empeorar el dolor, que puede durar desde horas, hasta 2 o 3 días.

Existen dos tipos de Migraña

Migraña sin aura 

En estos casos el principal síntoma es el dolor descrito anteriormente, que a veces se presenta también en el cuello o en la mandíbula. Dura entre 4 horas y 3 días, y provoca fotofobia, fonofobia y osmofobia, además de náuseas y vómitos. Es la forma más frecuente de migraña y puede interferir en la actividad habitual.

Migraña con aura

Se distingue de la anterior por la aparición de otros síntomas denominados auras, que afectan a diferentes sentidos como la vista, el tacto y el lenguaje. Las auras aparecen antes de que comience el dolor de cabeza, y en casos específicos, pueden aparecer durante el episodio e incluso después. Existen diferentes tipos de aura:

1. Aura visual: Es la más frecuente y se caracteriza por la aparición de destellos luminosos en el centro del campo de visión, que se van desplazando a un lado en forma de zigzag.
2. Aura sensitiva: Provoca hormigueos en la punta de los dedos de una mano que va ascendiendo hasta el hombro y finalmente se manifiesta en la comisura de boca y en la lengua.
3. Aura del lenguaje: Es la menos frecuente de las tres y provoca dificultad de comprensión del lenguaje y para articular palabras. Suele aparecer junto a los síntomas visuales o sensitivos.

Cada tipo de aura puede parecer de forma individual únicamente, pero hay algunas migrañas en las que las aparecen las tres: primero la visual, después la sensitiva y finalmente la del lenguaje.

Las migrañas con aura son totalmente incapacitantes y la principal solución para tratarla es tomar una medicación específica y tumbarse en una cama completamente a oscuras, evitando cualquier tipo de sonido y/u olor.

Contamos con el testimonio de Marta García, de 26 años, que lleva sufriendo migrañas desde los 13 años “yo era muy pequeña cuando empecé a tener crisis de migrañas con auras, mis padres al principio se alarmaron bastante porque los síntomas que yo describía eran muy similares a los del ictus”.

Marta tiene migrañas episódicas con aura, en su caso es de ese porcentaje de personas que sufren los tres tipos de auras a la vez. “En mi caso comienza siempre la visual, empiezo a ver pequeños destellos por un solo ojo hasta que, definitivamente, acabo por no ver una gran parte de mi campo visual”.

“Una vez se pasa, comienza la sensitiva, se me duerme la mano, posteriormente el labio y finalmente la lengua. Por último llega la del lenguaje, que, en mi opinión, es la más frustrante. Yo quiero decir una cosa concreta, pero a la hora de intentar hablar no me sale la palabra correcta”.

Ilustración del dolor de migraña iStock

Cuando estos síntomas desaparece, comienza un dolor de cabeza “insoportable” que dura mínimo un día entero. “Una crisis me incapacita totalmente, ese día ya está perdido, solo puedo meterme en la cama e intentar dormir, cosa que no siempre puedo, ya que a veces me duele tanto la cabeza que soy incapaz y simplemente puedo estar tumbada mirando al techo sin hacer nada”.

“En los trabajos no siempre han sido comprensivos, en alguna ocasión me he visto cuestionada al explicar mi situación e incluso me han llegado a decir que ‘me tomase un ibuprofeno y siguiera con la jornada, que era un simple dolor de cabeza’”.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico tampoco es algo sencillo, y según un estudio realizado por la SEN el 72 % de los pacientes con migraña tarda más de 2 años en recibir un diagnóstico.

Por otro lado, no existe un tratamiento específico, por lo que también se tarda bastante en descubrir cuál es la mejor medicación para cada tipo de migrañas, ya que en la mayoría de los casos, los analgésicos o los antiinflamatorios no suelen servir.

Es importante dar visibilidad a esta condición y, sobre todo, entender el grado de incapacidad que puede llegar a producir en una persona. Con toda esta información y el relato en primera persona de Marta, buscamos aumentar la conciencia y la comprensión sobre las migrañas y, sobre todo, que la gente que la sufre no vuelvan a sentirse cuestionada.