Colegiata de Belmonte (Cuenca).

Colegiata de Belmonte (Cuenca).

Turismo

La joya medieval que guarda un pequeño pueblo de Cuenca: un lugar ideal para una escapada de fin de semana

Está declarada como Bien de Interés Cultural (BIC).

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Castilla-La Mancha cuenta con rincones que se erigen como espacios únicos. Es el caso de Belmonte, un pueblo de Cuenca que aúna historia y cultura ideal para una escapada de fin de semana. Un lugar que cuenta con un templo colegial del siglo XV y XVI declarado como Bien de Interés Cultural (BIC).

Se trata de la Colegiata de Belmonte, uno de los monumentos más destacados de Castilla-La Mancha. Fue construida sobre una antigua iglesia visigoda y obtuvo su carácter religioso gracias al Marquesado de Villena en 1459.

En su diseño participaron grandes figuras de la arquitectura como Hanequín de Bruselas, Egas Cueman y Andrés de Vandelvira. La planta de salón cuenta con tres naves y numerosas capillas laterales, la mayor de ellas cuenta con una bóveda de crucería estrellada y ventanales góticos. En cuanto al exterior, destaca su ábside poligonal y la torre cuadrangular.

El otro gran elemento patrimonial de Belmonte es su castillo gótico-mudéjar del siglo XV que ha sido restaurado recientemente. Esta fortaleza propiedad de la Casa ducal de Peñaranda y Montijo te hará viajar a la Edad Media. Además ofrece varios de sus espacios para eventos.

Más allá de estos dos monumentos, merece especial mención el Palacio de Buenavista y el histórico Convento de los Jesuitas. Para los apasionados del teatro, la Casa de Comedias de Belmonte es testigo de historias y curiosidades del Siglo de Oro.

El Castillo de Belmonte.

El Castillo de Belmonte.

Escenario de películas

Además, esta localidad de menos de 2.000 habitantes ha tenido un papel significativo en el mundo cinéfilo, ya que ha sido escenario de películas como El Cid, El caballero Don Quijote o El crimen de Cuenca.

El 83º aniversario de la declaración de su Colegiata como Bien de Interés Cultural pone de manifiesto que Belmonte se reafirma como un destino imprescindible en el corazón de Castilla-La Mancha.