Montaje con la psicóloga Ana M. Ángel Esteban junto a una pareja.
La psicóloga Ana M. Ángel Esteban, tajante sobre los amores de verano: "Para que sobreviva, debes adaptarlo"
La especialista responde seis preguntas sobre estas historias intensas, pero a veces fugaces, que surgen durante las vacaciones.
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Hay parejas que nacen con olor a sal, noches interminables en el pueblo y días de vacaciones. Los amores de verano son así: intensos, veloces y a veces fugaces. ¿Pero están siempre condenados a apagarse cuando llega septiembre?
La psicóloga Ana M. Ángel Esteban, con consulta en Toledo, lo resume en una imagen muy gráfica: "En verano vivimos dentro de una burbuja emocional que nada tiene que ver con la vida real". Un entorno de calor, descanso y ocio que actúa como acelerador del romance.
La vuelta a la rutina, advierte la especialista, es casi siempre su peor enemigo. Eso sí, no todo está perdido para quienes quieran seguir escribiendo su historia más allá del verano. "No todos están condenados al fracaso si surgen sentimientos e interés en querer mantenerlos", afirma Ana M. Ángel, que responde a este consultorio sobre lo que pasa en el corazón cuando el termómetro sube y el tiempo parece detenerse.
- ¿Por qué parece que en vacaciones nos enamoramos más y más rápido?
Contexto y predisposición, además de que el cerebro también juega su papel. El descanso reduce el cortisol (hormona del estrés), el sol aumenta la serotonina y dopamina (asociadas al placer y la motivación) y el ocio hace que tengamos más interacciones sociales.
Todo esto genera una mentalidad receptiva al romance. Además, en verano estamos más desinhibidos y abiertos a conocer a más personas, lo que favorece que se dé conexión emocional
- ¿Es cierto que los amores de verano siempre se apagan cuando llega septiembre?
No es una regla absoluta, pero las estadísticas y la experiencia dicen que la mayoría se diluye con la terminación del verano o de esa época vacacional que se esté viviendo. La playa o el pueblo son contextos que reúnen factores como tiempo libre, calor, salidas, relax e incluso intención de que se produzca. Es que casi son típicos, sobre todo en ciertas edades.
Se está en una burbuja emocional que nada tiene que ver con la vida real. Volver a la rutina elimina estos factores que favorecen el romance. Pero no todos están condenados al fracaso si surgen sentimientos e interés en querer mantenerlo después.
- ¿Cómo saber si lo que siento es amor o solo atracción del momento?
La atracción empieza por lo físico y es lo que abre la puerta al acercamiento. Si solo se siente deseo sexual, este puede ser muy intenso, pero también muy volátil. El amor aparece a partir de la conexión emocional, el interés por la otra persona, la química, ese sentimiento de conocerse y querer estar y el deseo de cuidar del otro más allá de la juerga o el deseo sexual.
Una forma de saberlo es preguntarte: "Si no fuese verano y estuviese en este contexto, ¿seguiría queriendo tiempo con esta persona y conocerla más a fondo?". Si la respuesta es sí, probablemente haya algo más sólido que solo atracción.
- Si me ilusiono mucho… ¿hay alguna forma de que siga después de las vacaciones?
Sí, pero requiere hablar con la otra persona en cuanto se tienen sentimientos. El amor es como una planta: crece rápido en condiciones ideales, pero si quieres que viva en otro clima, tendrás que adaptarla. Esto significa mantener una comunicación frecuente y sincera, ser transparentes sobre las expectativas, planificar encuentros...
También hay que saber y aceptar que la intensidad inicial probablemente baje, pero eso no significa que el vínculo esté muriendo, sino que está madurando. Hay quienes confunden esta bajada de intensidad con relaciones que no deben seguir o con vínculos que se mueren, y ¡no es así!
- Cuando el verano acaba y vivimos lejos, ¿cómo evitar que se enfríe la relación?
Hay que reducir la sensación y la realidad de la distancia física. Imprescindible estar en contacto constante: alternar mensajes breves con conversaciones largas, mensajes divertidos, emoticonos graciosos o de amor, compartir cosas en tiempo real (como ver una película al mismo tiempo o jugar online).
Hay una parejita en mi consulta que duerme "junta" vía videollamada, curioso. Hacer gestos que demuestren que piensas en la otra persona. Y es fundamental tener una fecha en el calendario para el próximo encuentro. Si no hay fecha para verse crea desconfianza y posible pérdida del vínculo.
- ¿Cómo puedo disfrutar de un amor de verano sin acabar con el corazón roto?
Lo esencial es vivirlo sabiendo lo que significa realmente, que en principio tiene el tiempo contado. Se trata de disfrutarlo en el momento sin expectativas. Vivir lo que la relación te está aportando ahora y no pensar en nada más, sobre todo para protegerse emocionalmente.
Pensar que es algo temporal aunque bonito e intenso ayuda a mantener tus propias rutinas y amistades, para que este "rollito de verano" no se convierta en tu único centro de felicidad y empieces a engancharte.
Así, si llega el final, no lo vivirás como una pérdida fatal, sino como un momento intenso para recordar y contar también, si quieres. Una experiencia más en tu vida.