Quintanar de la Orden, un pueblo manchego de la provincia de Toledo, se convirtió el pasado fin de semana en la meca española del rock. Y lo hizo con la celebración del concierto más bestial de entre todos los que se recuerdan en el país... al menos si atendemos a la gran cantidad de personas que formaron parte del mismo.

El evento musical, denominado Crazy Drummer's "La Batalla de los 300", contó con la participación de cuatro de los rockeros más aclamados del país: Kutxi Romero (Marea), Carlos Escobedo (Sôber), Fortu (Obús) y Yosi (Los Suaves), que regresó a los escenarios para la ocasión.

Pero lo que hizo realmente diferente al concierto es que fueron acompañados durante su actuación por nada más y nada menos que 300 músicos: 100 baterías, 90 guitarristas, 70 cantantes y 40 bajistas.

Homenaje al rock nacional

Todos ellos, a lo largo de la jornada del sábado, ensayaron en el recinto ferial de Quintanar de la Orden para no desentonar en el show ofrecido por la noche junto a los cuatro cabezas de cartel, que interpretaron éxitos tan populares como "Loco" y "Naúfrago", de Sober; "La luna me sabe a poco" y "Que se joda el viento", de Marea; "Dinero, dinero" y "Vamos muy bien", de Obús; "Dolores se llamaba Lola", de Los Suaves; y "Maneras de Vivir", de Leño. 

Según ha informado el Ayuntamiento, "los músicos y público llevaron a cabo un gran homenaje al rock nacional". Además, durante todo el día "se desarrollaron talleres para acercar la música a los más pequeños, con diferentes masterclass impartidas por profesores".