El misterioso crimen de los hermanos hallados sin vida este jueves en Morata de Tajuña (Madrid) ha dejado una serie de preguntas sin responder y a algunos familiares rotos en su localidad natal, Torre de Juan Abad, un pequeño pueblo de 1.000 habitantes en la comarca del Campo de Montiel en Ciudad Real.

Tras un aviso de los vecinos, los cuerpos sin vida de Amelia, Ángeles y Pepe Gutiérrez Ayuso fueron encontrados en su vivienda apilados, con restos de sangre y parcialmente quemados. La hipótesis de la investigación gira alrededor de un posible ajuste de cuentas debido a las deudas contraídas por una estafa, de la que ha informado este viernes EL ESPAÑOL.

Tras la muerte, la alcaldesa de Torre de Juan Abad, María Fresneda, ha explicado a la agencia de noticias EFE que, aunque las víctimas se marcharon a vivir fuera del municipio en los años 60 o 70, "eran conocidos porque iban de vez cuando al pueblo, donde mantenían algunos familiares".

"La noticia no ha pasado desapercibida en Torre de Juan Abad y existe consternación porque, aunque no vivían aquí, eran conocidos por ser gente del pueblo", ha afirmado la regidora.

Asimismo, ha destacado que nadie de la familia se ha puesto en contacto de momento con el Ayuntamiento, por lo que, desconoce si sus cuerpos recibirán sepultura en el municipio ciudadrealeño.

[Los enigmas del crimen de Morata: cuerpos apilados, la casa cerrada por dentro y el ataque de un inquilino]

Estafa amorosa

Según ha detallado EL ESPAÑOL, las dos hermanas llevaban en torno a ocho años siendo víctimas de una estafa que había arruinado a la familia. En concreto, Amelia había conocido a través de Facebook a una persona que decía ser militar estadounidense destinado en Afganistán. Este hizo creer a la mujer que otro militar se había enamorado de Ángeles, por lo que ambas comenzaron una falsa relación a distancia con los supuestos militares.

Tras morder el anzuelo, hicieron creer que el 'novio' de Ángeles, capitán del ejército, había muerto dejando una herencia de siete millones de euros que querían mandar a las hermanas a España.

Sin embargo, para ello debían pagar una serie de servicios, traslados y viajes, por lo que llegaron a estafarles "entre 300.000 y 400.000 euros", un dato que aporta un amigo cercano de la familia.

[La misteriosa muerte de Amelia, Ángeles y Pepe en Morata, llenos de deudas por una estafa de falsos novios]

Deudas y un extraño personaje

Aunque la historia varía ligeramente según quién la cuente -ya que hay quien habla de familiares en vez de novios-, los hermanos acabaron arruinados, gastando el generoso patrimonio que habían heredado de sus padres.  Fruto de la ruina, empezaron a pedir dinero a sus conocidos y a contraer deudas, un hecho que le hizo perder el contacto con mucha gente.

En medio de esta situación, el pasado año les ocurrió un hecho llamativo. En concreto, un misterioso personaje apareció en la vida de los hermanos. Se trataba de un hombre pakistaní al que le alquilaron una habitación.

Compartieron con él techo durante varios meses, pero, finalmente, también acabaron debiéndole dinero. Una situación límite que terminó con una agresión, ya que el inquilino "dio un martillazo a Amelia en la cabeza y desapareció de Morata de Tajuña", tal y como relata el citado amigo.

Ahora, la pelota está en el tejado de la Guardia Civil, que tiene un arduo trabajo por delante para unir todos los hilos y responder a las incógnitas de este terrible crimen. Por el momento, la investigación está a la espera de los resultados de la autopsia, de la que esperan que arroje algo de luz en el caso.