Fotografía del interior de una prisión. Imagen de recurso.

Fotografía del interior de una prisión. Imagen de recurso.

Sucesos

Un preso descontrolado obliga a refugiarse a los funcionarios de la cárcel de Ocaña

El recluso rompió con una barra de gimnasio los cristales y las puertas de una de las cabinas de los empleados públicos.

16 diciembre, 2022 13:21

Un peligroso preso de nacionalidad guineana protagonizó este jueves por la tarde un grave incidente que puso en serio peligro a los funcionarios de la cárcel toledana de Ocaña I. El recluso, según ha informado el sindicato ACAIP-UGT, se valió de una barra de gimnasio de grandes dimensiones para destrozar los cristales y puertas de la cabina de los empleados públicos que garantizan la seguridad en el interior de la prisión.

Por suerte no hubo que lamentar daños personales, ya que los funcionarios de prisiones, "temiendo por su integridad física", se pudieron refugiar en una oficina. Los desperfectos materiales causados por la violenta actitud del preso, sin embargo, son cuantiosos. 

Desde ACAIP-UGT denuncian que este "modus operandi es el habitual del interno". Desde el 2018, cuando se produjo el ingreso penitenciario del delincuente, ha protagonizado diversos altercados en las cárceles por las que ha ido pasando. Los funcionarios, además, alertan de que en ocasiones ha sido descubierto portando "pinchos carcelarios de fabricación casera".

"Se trata de un interno inadaptado al régimen de vida ordinario, pero fue trasladado para la práctica de unas diligencias al Centro Penitenciario Ocaña I, que no cuenta con los medios materiales y estructurales para preservar la seguridad y poder albergar este perfil de internos", denuncian desde el sindicato.

El "buenismo"

ACAIP-UGT, en la misma línea, afea que la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias no atienda "a las peticiones realizadas en multitud de ocasiones por parte de esta sección sindical para que no trasladen a este tipo de internos conflictivos" a la cárcel de Ocaña I. "Nos preguntamos si los responsables penitenciarios están esperando que ocurra una desgracia irreparable para que dejen de practicar la política del buenismo y que está conllevando un in crescendo de las actuaciones violentas de los internos", platean.

Sin ir más lejos, el pasado domingo 11 de diciembre también se produjeron unos hechos muy graves en el Centro Penitenciario Ocaña II, donde un interno amenazó y empujó a un funcionario.