Primer plano del proceso de incrustación, donde se fija el hilo de oro sobre el metal base. Es la técnica manual que el sector lucha por proteger.
El damasquinado de Toledo lucha por sobrevivir entre la imitación a máquina y el bloqueo de la declaración BIC
En el día de luto por el maestro Julián Simón Braojos, la supervivencia de esta técnica artesana pende de un hilo. La Consejería de Educación ultima una FP para rescatarla y busca iniciar la formación en enero de 2026.
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La mañana de este jueves teñía de luto al sector artesano de Toledo. El maestro damasquinador Mariano San Félix, de 86 años, envió un escueto mensaje a la periodista que elabora este reportaje informando de la dolorosa noticia: "Ha fallecido Julián Simón Braojos, el damasquinador, a los 95 años, una gran pérdida".
La muerte de Julián Simón, referente del damasquinado, ha vuelto a poner el foco sobre la amenaza de extinción que sobrevuela este arte milenario. El alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, resumió el sentir de la capital al recordar que Simón dedicó su vida a "preservar y transmitir una de las tradiciones más emblemáticas de nuestra ciudad", subrayando la urgencia de garantizar el relevo.
La supervivencia del oficio se decide en la protección legal contra la imitación industrial de las piezas de damasquinado, la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de la técnica y la creación de una enseñanza reglada.
Imagen de archivo de un taller de empleo de damasquinado.
Y es que el damasquinado es parte indisoluble de la identidad de Toledo. La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha lo describe como el arte que consiste en "la realización de dibujos y figuras mediante la incrustación de hilos y láminas de oro o plata sobre un metal. Suele emplearse principalmente el hierro dulce, en el que se incrusta mediante un cincel y martillo el metal precioso. Después la pieza se repasa y bruñe con el cincel"
El maestro Mariano San Félix, aún al frente de su taller en el Camarín de San Cipriano del Casco Histórico, es uno de los baluartes de la tradición que lucha contra la incorporación del trabajo industrial al BIC.
El artesano Mariano San Félix (86 años) junto a un cartel de la Fundación Damasquinado de Toledo.
San Félix es categórico en su defensa de la técnica manual frente a las empresas que usan maquinaria para simular el efecto de la incrustación. "La propia definición dice que es a mano y que no pueden intervenir máquinas", señala.
La escasez de artesanos es crítica. La propia web de Legado Artesano de la Junta solo incluye dos nombres ahora mismo. Junto a San Félix, destacan figuras como Raquel de la Torre y Óscar Martín. Raquel, con su marca Togashi Damasquinos, utiliza la técnica tradicional y elabora joyas de diseños modernos, que nunca faltan en citas esenciales como la feria Farcama o mercados de artesanía de la ciudad.
Por su parte, Óscar Martín es un artesano activo y conocido por impartir cursos en escuelas taller del Ayuntamiento y por tener una alta presencia mediática para divulgar la importancia de este trabajo.
El sector ve en la declaración BIC la gran 'arma' para proteger su arte. La solicitud fue impulsada por la Fundación Damasquinado de Toledo en enero de 2023. Esta fundación, presidida por el maestro Mariano San Félix y con el exvicealcalde José María González Cabezas como vicepresidente, lidera la batalla por el reconocimiento.
Sin embargo, el expediente se encuentra en punto muerto en estos momentos, tras la solicitud de inclusión de las empresas que utilizan maquinaria para incrustar el oro. El documento continúa en la Consejería de Educación, que actualmente estudia las alegaciones presentadas tras el periodo de información pública, según han confirmado a EL ESPAÑOL de Castilla-La Mancha.
Imagen de archivo de un comercio cerrado del Casco Histórico.
Los artesanos exigen que el BIC establezca una diferenciación estricta entre la incrustación manual (ataujía) y las imitaciones. La urgencia del tema ha escalado también a lo político, toda vez que Vox ha elevado una moción al Pleno del Debate del Estado del Municipio, celebrado este martes y este jueves, para presionar a la Junta en la consecución del BIC.
La esperanza de la FP en enero
La luz de esperanza más próxima se ha encendido esta misma semana con una reunión crucial en la Escuela de Arte de Toledo con la Fundación del Damasquinado, el Director del centro formativo y la Dirección General de FP del Gobierno autonómico, tras varios encuentros previos y un tiempo de negociaciones.
El objetivo de la Consejería de Educación, en colaboración con la Consejería de Economía, Empresas y Empleo, según informan a este periódico, es poner en marcha un Grado C en Joyería para la enseñanza del damasquinado. La formación propuesta es el Certificado de Profesionalidad 'Elaboración de artículos de platería', que se complementará con la técnica específica de damasquinado, de aproximadamente 310 horas. El Certificado tiene una duración total de 620 horas.
Pieza realizada por Mariano San Félix.
Las negociaciones cuentan con un equipo de expertos, como el doctor en Filosofía y catedrático Luis Peñalver Alhambra, autor de obras fundamentales sobre esta materia, quien ya en 2023 abogaba por la creación de ciclos de FP de grado medio de damasquinado, cincelado y repujado, una propuesta que ahora está a punto de materializarse.
La Consejería baraja iniciar esta formación reglada a partir de enero de 2026, indican desde la Junta a este medio.
El maestro San Félix urge a que se materialice. "Yo llevo toda la vida en esto y tengo discípulos y muchas historias bonitas, de personas que han aprendido y que hacen sus piezas, pequeñitas, pero hay que impulsar una formación con título para que esto no muera. Es parte esencial de Toledo".
La supervivencia del arte del damasquinado depende de la voluntad política para resolver el bloqueo del BIC y la celeridad administrativa para impartirse en las aulas.