
Un grupo de turistas en la plaza del Ayuntamiento de Toledo.
Toledo prohibirá a los grandes grupos de turistas transitar por Hombre de Palo, pasadizo de Balaguer y Ayuntamiento
La futura ordenanza también impide a los guías el uso de altavoces y prevé sanciones de hasta 3.000 euros.
Más información: El Ayuntamiento de Toledo cerrará el paso a grandes grupos de turistas en determinadas calles del Casco
La calle Hombre de Palo, la plaza del Ayuntamiento y el pasadizo de Balaguer, que conecta la entrada principal del consistorio con la calle de la Ciudad, serán muy pronto zonas vetadas al paso para los grandes grupos turísticos que visitan la ciudad de Toledo.
Así lo establece el borrador de la futura ordenanza municipal para la regulación de la actividad turística y convivencia ciudadana, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM. Un texto que también prohíbe de forma total el uso de altavoces y megáfonos por parte de los guías turísticos.
Ambas medidas, aunque sin concretar los detalles que ahora figuran en el proyecto normativo, ya fueron avanzadas por el alcalde toledano, Carlos Velázquez, en una entrevista concedida a este periódico para hacer balance de sus dos primeros años de mandato.
"Creo que vamos a conseguir una ordenanza fruto del consenso, si no de la unanimidad, que mejorará la experiencia de los visitantes y hará más factible la convivencia entre turistas y residentes", aseguró Velázquez, que calificó como una "obsesión" su objetivo de lograr que la actividad turística pueda desarrollarse sin perturbar la vida de los vecinos del Casco Histórico.
Aunque la futura normativa no fija de forma general un número máximo de integrantes para los grupos de turistas que visiten Toledo, sí prohíbe su paso en algunas de las zonas más sensibles del Casco cuando superen los 30 integrantes (incluido el guía).
Una medida justificada que tiene como objetivo "evitar la saturación de espacios especialmente estrechos o concurridos, donde el paso simultáneo de varios grupos puede generar molestias a residentes, comerciantes y peatones".
En la misma línea, consta expresamente que "queda prohibido que los grupos turísticos obstruyan los cruces de vías públicas, las zonas de paso peatonal y las entradas y salidas de comercios, viviendas y edificios públicos".
Tres zonas prohibidas
Aunque la futura ordenanza únicamente restringirá el paso peatonal a grandes grupos en la calle Hombre de Palo, la plaza del Ayuntamiento y el pasadizo de Balaguer, la norma reserva a la Junta de Gobierno Local la posibilidad de modificar o ampliar la lista "previa evacuación de los informes que resulten precisos a tal efecto, en base a criterios de afluencia peatonal, tamaño y características de la vía, conservación del espacio público u otras razones de interés público y seguridad ciudadana".
Respecto al uso de sistemas de amplificación sonora, como altavoces o megáfonos, queda terminantemente prohibido para todas las visitas guiadas.
Además, se establece la obligación de utilizar sistemas de audio individualizados siempre que el grupo sea superior a 30 personas, o si la actividad, con independencia del número de personas, se realiza pasadas las 11 de la noche. La única excepción se da en el caso de los grupos escolares de menores de 16 años.
Sanciones
Para los incumplidores, el borrador de la ordenanza también contempla un régimen sancionador gradual, con multas que oscilan entre los 750 y los 3.000 euros.
Las infracciones leves, como incumplir los límites de aforo o usar altavoces, pueden ser sancionadas con hasta 750 euros. Las graves, como reiterar esas conductas o incumplir las limitaciones en el estacionamiento, parada y circulación del transporte turístico, supondrán entre 750,01 y 1.500 euros. Las infracciones muy graves, como ejercer el transporte turístico sin autorización o acumular tres faltas graves en un año, podrán alcanzar los 3.000 euros.
Otras reglas
La nueva normativa para la regulación de la actividad turística y convivencia ciudadana en Toledo, igualmente, introduce otra serie de reglas generales para los grupos turísticos con el fin de "garantizar una circulación ordenada y respetuosa en la vía pública". Aunque, en este caso, pueden entenderse como una recomendación al no conllevar su incumplimiento multa alguna.
Se establece, por ejemplo, que los visitantes deberán evitar "calles y plazas de alta afluencia en horas punta, especialmente en franjas horarias de actividad comercial o escolar intensiva", y "desplazarse en fila o en formación que minimice la ocupación del espacio público" cuando transiten por calles estrechas.
Además, tendrán que "facilitar siempre el paso a personas con movilidad reducida" y a "peatones que porten carros de la compra, sillas de bebé u otros elementos de apoyo, evitando bloqueos o interrupciones prolongadas".
Tampoco podrán "dificultar el tránsito de vehículos autorizados" y se recuerda la obligación de no arrojar basura fuera de las papeleras o contendedores.
Plazos
Según ha explicado a EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM el teniente de alcalde y concejal de Turismo, Vivienda y Relaciones con la UCLM del Ayuntamiento de Toledo, José Manuel Velasco, la previsión del equipo de Gobierno es que la ordenanza pueda quedar definitivamente aprobada a finales del mes de septiembre.
Después de que este mismo martes pasase por la Junta de Gobierno, se ha abierto un plazo de 10 días para que los distintos grupos municipales puedan presentar alegaciones al borrador. Cuando sean resueltas el texto normativo pasará a Comisión y, si no hay inconveniente, podría ser aprobado provisionalmente por el Pleno el mes de julio.
En agosto se sacaría a información pública con la intención de que las nuevas alegaciones puedan ser estudiadas en septiembre, dando paso a la aprobación y entrada en vigor de la ordenanza.
Velasco ha recordado que se ha reunido "en varias ocasiones con todos los sectores implicados", por lo que espera que la nueva normativa, nacida del consenso, sea bien recibida y cuente con el respaldo unánime de la ciudad.
Con esta regulación, el Ayuntamiento de Toledo busca equilibrar el crecimiento turístico con el derecho al sosiego y el descanso de quienes viven en el Casco Histórico.