Dos operarias sujetan varios adornos con los que se engalanará el Corpus de Toledo.

Dos operarias sujetan varios adornos con los que se engalanará el Corpus de Toledo. Javier Longobardo

Toledo

Un día colocando los toldos y adornos del Corpus en Toledo: "Alfileritos es la calle que más problemas trae"

Las calles del Casco Histórico se preparan para la celebración de la fiesta grande.

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Queda algo menos de un mes para que la Custodia de Arfe procesione por el Casco Histórico de Toledo, pero el Corpus Christi ya se siente en las estrechas calles del barrio antiguo de la ciudad.

La colocación de los famosos toldos, a modo de palio continuo, anuncia la proximidad de la fiesta grande toledana, que este año 2025 se celebrará el jueves 19 de junio.

Los operarios municipales se afanan desde hace varias semanas para engalanar las calles. Durante un mes y medio, una treintena de empleados se encargan de colocar los 1.300 metros de toldo que cubren el recorrido procesional.

Instalación del toldo del Corpus en la Plaza de San Vicente.

Instalación del toldo del Corpus en la Plaza de San Vicente. Javier Longobardo

Uno de los operarios encargados de la instalación.

Uno de los operarios encargados de la instalación. Javier Longobardo

Carpinteros, herreros, electricistas y floristas que, además, aglutinan sus esfuerzos para que, como cada año, el Corpus toledano brille más que el sol gracias a los vistosos y solemnes adornos como reposteros, estandartes, pendones o balconeras.

Estos días alargan su jornada laboral, "pero se asume con alegría porque es Corpus", ha reconocido a EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM el ingeniero José Romero Postiguillo, jefe del Servicio de Obras, Infraestructuras y Medio Ambiente del Ayuntamiento, que se encarga de coordinar el trabajo.

Los toldos del Corpus se sustentan con largas cuerdas.

Los toldos del Corpus se sustentan con largas cuerdas. Javier Longobardo

La principal complicación para colocar las pesadas telas es la estrechez de las calles del recorrido procesional. Alfileritos "es la que más problemas trae, por el giro que tiene que hacer la grúa", cuenta.

Postiguillo, asimismo, ha indicado que los andamios que se colocan por obras o los cables eléctricos o telefónicos instalados en algunas zonas también son un gran impedimento.

Participación vecinal

El ingeniero se lo toma con humor, porque antes de tener las grúas "sí que era un trabajo más complicado", ha asegurado, aunque añora esa participación vecinal que se generaba antaño en torno a la colocación de los toldos.

Postiguillo es el ingeniero municipal que coordina la colocación de los toldos.

Postiguillo es el ingeniero municipal que coordina la colocación de los toldos. Javier Longobardo

"Llamabas a la puerta, entrabas a las casas para acceder al balcón y te dejaban subir. Era bonito", ha apuntado.

A veces, ha comentado, "si subías directamente con la escalera desde la calle hasta la altura de la terraza de la vivienda te podías encontrar cualquier cosa", porque los vecinos no esperaban un 'intruso' junto a su balcón.

También ha afirmado que hay vecinos, los menos, a los que no les sienta bien que los toldos cuelguen de sus balconadas y ventanales. La queja es que las telas les impiden ver la procesión, pero no es la norma general.

"Siempre hay algún vecino que se queja, pero es que lo más importante es que la hostia consagrada vaya bajo palio y el verdadero sentimiento religioso dice que hay que admirarla a su misma altura", ha zanjado.

Renovación de toldos

Algunos de los toldos que protegerán la Custodia tienen más de 30 años. Se van reparando porque, además, "es tradición que sean viejos y mantengan su aire de toda la vida", ha apuntillado.

Colocación de los toldos del Corpus a principios del siglo XX.

Colocación de los toldos del Corpus a principios del siglo XX. Fotografía Rodríguez. Archivo Histórico Provincial.

Las inclemencias del tiempo son lo que más daña las telas. El agua, el sol y el viento, pero también la tensión de las cuerdas.

A este respecto, Postiguillo ha relatado que los toldos se tensan dos días antes de la procesión. Hasta ese momento, si llueve en Toledo, no es infrecuente que se formen algunas bolsas de agua en ellos. Tanto es así que este año ya han ofrecido una ducha espontánea a más de un viandante.

Finalmente, preguntado por cuál es el coste total de esta instalación, se ha mostrado tajante: "El Corpus de Toledo no tiene precio".