Este sábado ha tenido lugar el acto de presentación de la XXVIII edición del Festival Internacional de Música de La Mancha, que se celebrará en la localidad toledana de Quintanar de la Orden del 8 de julio al 6 de agosto.

El acto, presentado por el concejal de Cultura, José Ángel Escudero, ha supuesto un hecho de reafirmación y optimismo tras la suspensión de la edición de 2020 y la reapertura del año 2021.

"Regresamos al Festival con un marcado afán de perdurabilidad, más en estos tiempos en los que la situación hace que los proyectos tiendan a la desaparición", ha señalado el alcalde de Quintanar, Juan Carlos Navalón, quien ha apuntado que el festival cuenta con figuras de gran talla nacional e internacional junto con otros grandes músicos de la localidad, según han informado los organizadores en nota de prensa.

La directora del Festival, Consuelo Díez, ha hecho un repaso de los conciertos que se van a realizar entre el 8 de julio y el 6 de agosto, con momentos especialmente destacados como la actuación de la soprano Montserrat Martí Caballé y el barítono Luis Santana.

O la presentación del dúo de guitarras clásico románticas La Lira Nocturna, el grupo vasco ZUKAN -especializado en música contemporánea nacional e internacional- el guitarrista gallego Samuel Diz, en un recital marcado por las mujeres compositoras de la generación de la República, el pianista quintanareño Francisco Cañizares -que comenzó a asistir como público del Festival a los cuatro años y que hoy se convierte en uno de sus protagonistas- el ensemble de saxofones Prochain Arrêt, la proyección de la ópera Selene, de Tomás Marco, y los dos conciertos de la Banda Sinfónica Municipal de Quintnar de la Orden. Quiso también destacar la enorme calidad y belleza del cartel realizado por Tomás Verdugo.

La organización también ha informado de los dos conciertos de la Banda Sinfónica Municipal. El primero de ellos tendrá lugar en la parroquia de Santiago de la Espada y será el de mayores dimensiones realizado en esta iglesia. Las dos obras presentadas son enormes piezas religiosas. La primera de ellas, Gloriosa, del japonés Yasuhide Ito, "es un canto de resistencia de los cristianos japoneses que sufrieron la persecución y la muerte". A su vez, la obra Los Arcángeles, del italiano Franco Cesarini es, según la orgnanización, "más sinfónica y de mayor color instrumental".

El segundo concierto, realizado en colaboración con la Denominación de Origen La Mancha, es "una fiesta de los sentidos, en los que la música y el maridaje empastan muy bien, con unas obras en clara referencia al vino y a la comida".