Un delincuente fue abatido por agentes de la Guardia Civil en Alcabón (Toledo), una pequeña localidad de menos de 700 habitantes en la que se había instalado generando una gran alarma social puesto que, a principios de septiembre, incluso había llegado a disparar desde una de las ventanas de su domicilio a una familia que pasaba por la calle, aunque no habría sido el único incidente con arma de fuego protagonizado por el mismo sujeto para evitar que cualquiera se acercase.

Fue el pasado martes 14 de diciembre cuando un operativo comandado por la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil, debido a la peligrosidad del objetivo, procedió a la detención del joven de 28 años y de su pareja, una mujer de 27. Ambos vivían junto a su hija de 5 años en un bloque de viviendas que habían okupado, circunstancia que no impidió que el arresto se tornase en una situación de extrema peligrosidad y violencia debido a la actitud del ahora arrestado. 

Al percatarse de la presencia policial, el supuesto delincuente esgrimió por la ventana un arma larga de fuego y disparó contra los agentes de la Guardia Civil, que tuvieron que repeler la agresión tiroteando al joven en zonas no vitales de su cuerpo, por lo que resultó herido de gravedad. Una vez reducido fue trasladado al Hospital Universitario de Toledo, donde permanece bajo una estrecha vigilancia. 

Armas, drogas y animales

A los detenidos se les atribuyen dos presuntos delitos homicidio en grado de tentativa con arma de fuego, otro de amenazas con arma de fuego, tenencia ilícita de armas, usurpación de bien inmueble, delito de cultivo y elaboración de sustancias estupefacientes y delito de defraudación de fluido eléctrico.

Los agentes incautaron armas, munición y droga.

Según una nota de prensa remitida por la Guardia Civil, la pareja vivía en un edificio de varias viviendas que habían okupado, utilizando una de ellas como lugar de residencia, otras al cultivo de marihuana y otras como criaderos para sus animales, entre ellos un búho real.

Los investigadores que accedieron al lugar para completar la operación denominada KIKALBON-ALHARACA, autorizados por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Guardia de Torrijos (Toledo), incautaron 1 570 plantas de marihuana, 40 gramos de cogollos, una escopeta, tres armas de aire comprimido y un machete de grandes dimensiones.

La vivienda se encontraba en pésimas condiciones higiénicas.

La hija de la pareja detenida, de solo cinco años, ha quedado bajo custodia de un familiar. Vivía, según la Guardia Civil, en "unas pésimas condiciones de habitabilidad, con restos orgánicos y excrementos".