Guadalajara

Descubren más de 200 tumbas durante las obras en el nuevo campus de Guadalajara

Además de este cementerio tardomedieval, también se han encontrado restos de la antigua muralla andalusí.

13 octubre, 2021 13:01

Un cementerio tardomedieval, así como restos de la antigua muralla andalusí, han sido descubiertos durante las obras realizadas en el nuevo Campus de la Universidad de Alcalá en Guadalajara en los últimos meses. Se trata de dos hallazgos de gran relevancia para la ciudad que permitirán profundizar en el conocimiento de la Guadalajara medieval. 

En cuanto a la excavación del cementerio, se está llevando a cabo en los terrenos que una vez finalizado el nuevo campus ocuparán un edificio dedicado a investigación y un aparcamiento subterráneo que dará servicio a todas las instalaciones universitarias. Concretamente, se encuentran en el extremo oeste del campus, junto a la calle Dos de Mayo.

La presencia de los enterramientos que ahora se están descubriendo fue detectada en unos estudios arqueológicos, previos a la redacción del proyecto del campus, acometidos por la UAH en 2020 con la finalidad de conocer mejor la zona de intervención. A resultas de los hallazgos de tales estudios, la Viceconsejería de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha requirió la realización de una excavación arqueológica en área que descubriera todos los enterramientos afectados por las futuras edificaciones.

Según ha indicado la Universidad de Alcalá, los trabajos realizados hasta el momento han permitido identificar más de 200 tumbas que se distribuyen con regularidad por la parcela. Se trata de una necrópolis de época bajomedieval, con cronologías en torno a los siglos XIV-XV. Los enterramientos, a los que acompaña un ajuar muy escaso o, en la mayoría de los casos, inexistente, ofrecen una variedad de tipologías. Destaca la presencia de algunas inhumaciones cubiertas con bóvedas de ladrillo, un tipo de enterramiento, conocido como lucillo, que es característico de este momento.

El cementerio, según ha explicado la UAH, tiene muchas características en común con otra necrópolis bajomedieval que ya había sido estudiada hace un lustro, en los terrenos del actual cementerio municipal. "Los datos obtenidos en aquella excavación, sumados a los que hasta ahora se han podido recuperar en los terrenos del campus, permiten suponer que nos encontramosante una gran necrópolis perteneciente, probablemente, a una comunidad multicultural de Guadalajara, ciudad que había sido conquistada por los ejércitos cristianos en 1085", ha señalado.

No obstante, estas conclusiones podrán concretarse a medida que avancen los trabajos de campo, que se prolongarán durante el resto del mes de octubre, y con el estudio posterior de los restos recuperados en la excavación, que se enviarán para su custodia al Museo de Guadalajara.

Muralla andalusí

Por su parte, el hallazgo de la muralla se produjo durante la supervisión arqueológica de la cimentación del nuevo vallado del Campus a lo largo de la calle Madrid. Los restos corresponden al encuentro de la misma con el torreón sur de la Puerta de la Alcallería y, si bien existe constancia documental de la apertura de una puerta en esta zona en 1550, todo indica un claro origen andalusí de los restos aparecidos. Se trata de un muro de mampostería de cal y canto con mampuesto con tizones verticales que conserva un grosor de cuatro codos, es decir, cerca de dos metros.

Según ha indicado la universidad, para conservar y valorar las estructuras históricas, se ha modificado el diseño original del cerramiento del Campus. "Por una parte, los hallazgos se han protegido adecuadamente y la base del vallado vuela sobre la muralla en vez de apoyarse en ella, lo que permitirá acondicionar la zona en el futuro para exponer los restos. Por otra, se ha modificado el diseño de la reja en el tramo de interés, aumentando su transparencia y flanqueándolo con dos vitrinas que albergarán paneles divulgativos", ha explicado.

Estos hallazgos permitirán avanzar en el conocimiento de la Guadalajara medieval, habitada por una vibrante comunidad multicultural y con claras trazas de la existencia de un alcázar andalusí anterior al Alcázar Real cristiano.