Los trabajadores del Centro de Discapacitados Físicos de Cuenca se han reunido a las puertas de la Delegación provincial de Bienestar Social para denunciar la situación que sufre la plantilla debido a los reiterados "atropellos" de la empresa que gestiona el centro. Tal y como informa UGT en nota de prensa, lamentan que desde 2018, cuando Aralia Servicios Sociosanitarios se hizo cargo del mismo, "las visitas a los juzgados han sido una constante a la hora de hacer cumplir la legalidad y los derechos de los 60 empleados".

El Comité de Empresa de UGT denuncia que la empresa incumple las ratios de personal, no está aplicando las subidas salariales pactadas y no está pagando tampoco los complementos. A ello se suma el impago de nóminas a los trabajadores, la falta de personal y de material, la mala organización y el descontento que existe en el centro, donde incluso ha habido que lamentar negligencias.

Todo esto ha llevado a que, del total de 60 trabajadores en plantilla, 12 estén de baja por ansiedad y 10 se hayan acogido a excedencias porque "no podían soportar más la situación del centro". "La gente tiene miedo de manifestarse y a alzar la voz por miedo a represalias".

A las puertas de la Delegación provincial

El sindicato recuerda que, aunque está gestionado por Aralia Servicios Sociosanitarios, el Centro de Discapacitados Físicos de Cuenca es propiedad de la Agregación de Fundaciones Benéfico Particulares de la Provincia de Cuenca, cuya Presidencia la ocupa la delegada provincial de Bienestar Social, Amelia López, de ahí que la protesta se haya trasladado a las puertas de la Delegación Provincial.

Esta reivindicación forma parte de una de las concentraciones que la plantilla realiza cada viernes. "Lo seguiremos haciendo hasta que haya soluciones verdaderas y el centro cambie de gestora. Seguiremos protestando por y para nuestros usuarios y para que se cumpla el pliego de prescripciones técnicas".