La Policía Nacional, en el seno de la 'Operación San Valentín' ha detenido a tres personas y ha desmantelado una organización criminal dedicada a la distribución de droga en Ciudad Real capital. Los detenidos, de origen dominicano y con antecedentes por hechos similares, llevaban hasta la capital ciudadrealeña cocaína de gran pureza que posteriormente trataban en el laboratorio que habían montado en un garaje de una zona céntrica. 

Según explica la Policía Nacional, los investigadores llevaban bastante tiempo tras la pista de estos presuntos delicuentes y al tener conocimiento de la llegada de un envío de droga dispusieron un control estático a la entrada de la ciudad con el fin de interceptarlos. 

Sin embargo, los dos presuntos traficantes se dieron cuenta y lograron darse a la fuga aprovechando la lata cilindrada de su coche. La huida hacia la A-43 dio lugar a una intensa persecución que terminó cuando el vehículo fue interceptado a las afueras de Ciudad Real, más concretamente en uno de los carreterines de La Poblachuela. 

Una vez inmovilizado el vehículo, los policías pudieron comprobar que los dos hombres transportaban un 1.145 gramos de cocaína de gran pureza ocultos en una 'caleta' hecha ex profeso para este tipo de transportes. 

Al mismo tiempo que se producía esta doble detención, otra parte del operativo vigilaba el garage donde los investigadores tenían constancia que se trataba la droga cuando llegaba a Ciudad Real para su posterior venta. En las inmediaciones de este lugar, en un barrio céntrico, un tercer miembro de la banda fue detenido con una mochila en la que portaba dos paquetes 1.230 gramos de cocaína. 

Una vez dentro del laboratorio clandestino, los agentes aprehendieron 440 gramos de cocaína lista para su venta, 935 euros en metálico, cinco básculas de precisión, una prensa hidráulica así como elementos propios de laboratoio para procesar la droga como acetona, otros tipos de químicos y complementos para elaborar paquetes de un kilo de cocaína. Para distinguirlos, la banda también utilizaba sellos de metacrilato con los que estampaba su 'marca'.