Jesús Quirós y de fondo una de sus creaciones a base de chocolate.

Jesús Quirós y de fondo una de sus creaciones a base de chocolate.

Ciudad Real

Jesús, el mejor chocolatero de España: "No he subido los precios, tu café con cruasán sigue a 2,90 euros"

Es la quinta generación de una familia de pasteleros de Alcázar de San Juan (Ciudad Real).

Más información: De un pueblo de Ciudad Real a ser el mejor chocolatero de España: "La clave es mantener los sabores de la niñez"

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En la pintoresca localidad de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), el olor a chocolate inunda cada mañana la calle Emilio Castelar. El artífice, Jesús Quirós, un joven de 27 años reconocido como el mejor maestro chocolatero de España y Portugal tras ganar el World Chocolate Master Iberia 2025.

Es la quinta generación de una familia de pasteleros que desde 1917 endulza los corazones de toda la comarca en la Pastelería La Rosa. El premiado chocolatero atiende a EL ESPAÑOL de Castilla-La Mancha detrás del mostrador donde ha fraguado una pasión que lo ha llevado a la cúspide de la repostería.

Con tan solo 16 años se formó en la Escuela de Pastelería de Madrid. Al año siguiente, dio un paso más y se marchó a Barcelona para estudiar en la Escuela del Gremio de Pastelería durante cuatro años, una de las más prestigiosas del país.

Pastelería La Rosa en Alcázar de San Juan (Ciudad Real).

Pastelería La Rosa en Alcázar de San Juan (Ciudad Real).

Volvió al obrador de sus padres en Ciudad Real con la idea de ponerse al frente de La Rosa y siendo consciente de que el cacao era su hábitat natural.

Desde un primer momento, comenzó a introducir una línea de bombonería más técnica y postres contemporáneos, al tiempo que mantenía la base del recetario familiar: roscones, buñuelos de viento, huesos de santo, mazapán, mantecados o pastas de té.

Algunos de los bombones de Jesús Quirós.

Algunos de los bombones de Jesús Quirós.

Quirós apuesta firmemente por una repostería vanguardista pero sin perder esos sabores de la niñez. "Donde se ponga un fruto seco caramelizado, una rica vainilla, un aroma a limón, naranja o canela que se quite el resto", afirma.

Ese apego a lo tradicional sale a la palestra cuando hablamos de dulces navideños, un terreno donde conviven los turrones virales con sabores extravagantes y las bandejas de mazapán o el turrón duro de almendras.

Considera que estas propuestas rompedoras "tienen cabida y nos hacen evolucionar", pero su corazón sigue en los bocados que le transportan literalmente a las mesas familiares de su infancia.

Jesús pintando sus bombones.

Jesús pintando sus bombones.

Lo mismo ocurre con su nueva colección de bombones inspirados en La Mancha donde convierte postres clásicos como la tarta de queso manchego o las peras al vino en pequeños bocados denominados Dulcinea, Don Quijote o Sancho Panza.

Sus creaciones rápidamente cosecharon reconocimientos regionales y nacionales tales como la Mejor Galleta de Té de Castilla-La Mancha o la Mejor Torrija de Madrid.

Jesús recogiendo su premio a mejor chocolatero de España y Portugal.

Jesús recogiendo su premio a mejor chocolatero de España y Portugal.

El título de mejor chocolatero de España le llegó a través de su 'Bombón la Rosa', una pieza de chocolate negro Cacao Barry Madirofolo rellena de sorbete de pera y sudachi, una namelaka de chocolate con leche Alunga y dados de pera macerados en licor de saúco.

Lo que empezó como una creación exclusiva para el campeonato se ha convertido en todo un fenómeno gastronómico. "Desde marzo habremos vendido unos 15.000 bombones la Rosa", apunta. Un bocado exquisito que se ha colado en pedidas de mano, cenas especiales y pequeños homenajes.

Un bombón elaborado por el alcazareño.

Un bombón elaborado por el alcazareño.

Pese a ser el mejor chocolatero del país, Jesús se resiste a convertirlo en excusa para elitizar su pastelería. "Yo no he tocado un precio por ser campeón. Aquí sigues tomándote tu café con cruasán a 2,90 euros", incide.

En La Rosa defender la repostería pasa tanto por usar materia prima de calidad como por respetar el bolsillo de quienes llenan el mostrador cada mañana. "Hemos intentado conseguir calidad, servicio y buen precio", subraya.

Cuando habla de oficio, el tono se vuelve más serio. Para él un artesano "es una persona que le das agua, levadura, sal, huevos y mantequilla y te hace un pan o una masa desde cero", reivindica. La excelencia implica madrugar, trabajar cuando otros descansan y aguantar inviernos en obrador.

Algunos de los pasteles que vende en su obrador.

Algunos de los pasteles que vende en su obrador.

"Los polvitos y las recetas que vienen en los sacos aquí no valen. Si no lo amas, sino lo vives, esto no es para ti", resume. Al respecto, pone el foco en la falta de relevo generacional que asola a muchas pastelerías familiares como la suya.

"No hay gente que quiera dedicarse a esto, de los 50 alumnos de mi promoción seguimos seis o siete como mucho", alerta.

Jesús sabe de buena mano que su caso es una excepción, por ello piden apoyo de las instituciones: "Está muy bien apoyar a los que se jubilan, pero hay que mimar a los que tenemos ocho, diez, veinte trabajadores; son muchas familias".

Quirós en uno de sus últimos campeonatos.

Quirós en uno de sus últimos campeonatos.

En 2026, su carrera dará un nuevo salto y Jesús representará a España y Portugal en la final mundial del World Chocolate Masters, considerada la competición más exigente del mundo chocolatero. "Te adelanto que va a ser en Amberes (Bélgica), el 26 y 27 de octubre", subraya.

Para la ocasión, tiene preparado "el Ferrari de los chocolates". "Vamos a ir con sabores que todo el mundo entienda: avellanas, almendras, caramelo, vainilla...", añade.

Mientras, el joven pastelero de Alcázar mantiene los pies en el suelo y no pierde de vista a la clientela de siempre. "Seguimos viviendo del desayuno, la merienda, de la tarta de cumpleaños o del que entra a por su bandeja de pastas", concluye.