José Manuel Caballero, presidente de la Diputación Provincial de Ciudad Real.

José Manuel Caballero, presidente de la Diputación Provincial de Ciudad Real.

Ciudad Real REPORTAJE

Ciudad Real como oasis de la buena política: PSOE y PP también saben entenderse

El clima de entendimiento y respeto que han generado el equipo de gobierno y la oposición han convertido a la Diputación de Ciudad Real en una de las más saneadas y mejor valoradas de España.

12 febrero, 2022 04:42

El pasado viernes 4 de febrero se celebró un pleno en la Diputación de Ciudad Real, una institución gobernada por el PSOE y en la que el PP es el único partido en la oposición. Durante aquella sesión se aprobó invertir más de 13 millones de euros para mejorar las carreteras de la provincia, financiar proyectos de ahorro energético en los pueblos o poner en marcha un nuevo plan de empleo con el que dar trabajo a los ciudadrealeños más desfavorecidos. Y se hizo por unanimidad, con el voto favorable de socialistas y populares, una situación que podría considerarse prácticamente utópica en el Congreso de los Diputados o en los distintos parlamentos autonómicos, donde parece que el objetivo principal es desgastar al contrario cueste lo que cueste, donde la crispación y el desacuerdo se imponen de manera triste y sistemática al consenso

Sin embargo, en la Diputación de Ciudad Real están muy acostumbrados al entendimiento, a trabajar por el bien común alejados del sectarismo y esquivando las polémicas estériles que en nada benefician al ciudadano de a pie. De hecho, esta institución provincial podría considerarse un oasis de la buena política en España. "Cultivamos mucho el acuerdo y el diálogo, lo que nos permite que el 99 % de los asuntos que llegan al pleno sean aprobados por los dos grupos", asegura el presidente de la institución desde 2015, José Manuel Caballero (1970), un trabajador social vinculado desde muy joven al PSOE, partido que lidera en la provincia de Ciudad Real desde el año 2012. 

Caballero considera que el hecho de que los diputados provinciales no sean elegidos directamente por los ciudadanos, sino que son designados por los propios partidos políticos en función del número de concejales conseguidos en las elecciones municipales, "ayuda a bajar la tensión" del día a día en las diputaciones. Curiosamente, el presidente del Grupo Popular en la Diputación de Ciudad Real, Leopoldo Sierra (1965), utilizó la misma expresión en una conversación telefónica posterior mantenida con este periódico: "Yo también soy alcalde de Daimiel y sé que plasmar tu imagen en un cartel electoral y tener que convencer a la gente para que te vote añade una tensión añadida al trabajo de gestión. Eso es algo que en las diputaciones no pasa".

Actitud de colaboración

Pero hay algo más; algo que no se encuentra en otras diputaciones. Tanto Caballero como Sierra, pese a su distancia ideológica y a representar a formaciones políticas enfrentadas, tienen un talante similar, una forma muy coincidente de entender la gestión pública y comparten actitud de colaboración. "El que está en la oposición sabe que tiene que permitir gobernar y el que que gobierna tiene que ser consciente de que la oposición tiene cosas que aportar y que no puede ser machacada", explica el presidente de la Diputación de Ciudad Real. El jefe de la oposición, de su lado, asegura que "aunque discrepamos en algunas actitudes y comportamiento, la sociedad demanda que trabajemos por el bien común y nuestra intención es hacer siempre una crítica constructiva". "Yo soy del PP, pero soy el alcalde de todos los ciudadanos de Daimiel y cuando alguien entra a mi despacho trato de solucionarle los problemas sin importar su ideología. Estoy seguro de que el presidente de la Diputación de Ciudad Real, que al final es el alcalde de todos los alcaldes de la provincia, intenta hacer lo mismo", apunta Sierra.

Leopoldo Sierra (i), reunido con José Manuel Caballero (d).

Leopoldo Sierra (i), reunido con José Manuel Caballero (d).

También suma el hecho de que José Manuel Caballero sea uno de los presidentes de diputación más transparentes del país, algo que recientemente ha reconocido un estudio independiente de Dyntra. En ese sentido, en Ciudad Real no ocurre lo mismo que en otras diputaciones provinciales, en las que el reparto de los fondos es opaco y beneficia claramente a los ayuntamientos del mismo signo político. "Aquí tratamos por igual a los de un color y a los de otro, así que la oposición no tiene motivo para quejarse por discriminación. Eso ayuda mucho a entenderse", explica Caballero. Y el popular Leopoldo Sierra así lo constata con caballerosidad, aunque con algunos matices: "En lo que se refiere a los planes de empleo o a los planes de obras, no tengo ninguna duda de que el reparto es equitativo y justo. También hemos criticado que haya algunas actividades culturales que solo lleguen a municipios del PSOE, o que en la distribución de las subvenciones nominativas la cuantía es mayor para los ayuntamientos del PSOE que para los del PP, pero es de justicia reconocer que ellos gobiernan en muchos más municipios de la provincia, así que lo que tenemos que hacer es convencer a los ciudadrealeños de que la alternativa del PP es real y que también sabemos gestión muy bien el dinero de todos".

Envidiable situación económica

Y ese "también" del Grupo Popular en la Diputación de Ciudad Real implica un reconocimiento a la saneada situación económica que se ha conseguido en la institución provincial, que desde 2015 -el año en el que Caballero sucedió al también socialista Nemesio de Lara como presidente- se mantiene con deuda cero, algo de lo que hoy solo pueden presumir otras cuatro diputaciones en España. Pero es que, además, en Ciudad Real han comenzado el ejercicio con unos ahorros de 77 millones de euros que van a permitir financiar a coste cero a los ayuntamientos que lo necesiten y afrontar inversiones extraordinarias como las aprobadas por unanimidad en el pleno del que les hablábamos al inicio de este reportaje.

"La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha maneja más de 12.000 millones de euros al año; nosotros vamos a superar en 2022 los 170 millones de euros sumando al presupuesto remanentes, incorporaciones y proyectos europeos. Con ese poquito, nuestra labor es llegar a muchos sitios, especialmente a los pueblos más pequeños, donde realizamos funciones de mucho interés social y de mucha rentabilidad pública", asegura Caballero, que recuerda que el 80 % del presupuesto de la Diputación de Ciudad Real se "inyecta" a los ayuntamientos de la provincia. Un dato con el que el líder de los socialistas ciudadrealeños trata de desmontar la creencia socialmente extendida de que las diputaciones provinciales son siempre administraciones que funcionan como agencias de colocación de cargos políticos y afines y que, por lo tanto, son prescindibles. De hecho, el actual presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, acordó en 2016 la supresión de las mismas con el entonces líder de Ciudadanos, Albert Rivera, algo que nunca se llevó a cabo debido a que el pacto de investidura no llegó a fructificar.

"Si no existieran habría que inventarlas"

"Si las diputaciones provinciales no existieran habría que inventarlas", defiende de forma tajante José Manuel Caballero, que afirma con orgullo que "la Diputación de Ciudad Real es una institución valorada y reconocida por los ciudadanos, sobre todo en los pueblos más pequeños". En todos y cada uno de ellos, y son un total de 102 municipios, la institución provincial se encarga de la recogida de la basura ("Pagan 25 euros anuales tanto los vecinos de Ciudad Real como los de Anchuras, un pueblo de 300 habitantes que está a más de cien kilómetros de la capital"), presta el servicio de bomberos ("Ninguno de los pueblos de menos de 20.000 habitantes pagan por ello") o tiene contratado a jornada completa al menos a un agente de inclusión digital ("Son 150 personas en la provincia y ayudan a los ciudadanos que necesiten obtener el pasaporte COVID, presentar los papeles de Hacienda, renovar la tarjeta de pesca o hacer un trámite con la DGT").

"Los alcaldes y concejales de esos municipios, sean del partido que sean, invierten horas y horas para solucionar los problemas de sus vecinos, en la mayoría de los casos sin percibir remuneración alguna y exponiéndose a las críticas de forma altruista y abnegada. Los diputados provinciales lo que tenemos que hacer es dignificar aún más esa política, que nada tiene que ver con la imagen de crispación y corrupción que muchas veces perciben los ciudadanos", relata Leopoldo Sierra, que se compromete a seguir trabajando desde la oposición en la Diputación de Ciudad Real para que el dinero que desde allí se maneja sea aprovechado de la mejor manera posible.

José Manuel Caballero el pasado mes de enero en Campo de Criptana.

José Manuel Caballero el pasado mes de enero en Campo de Criptana.

Por el momento parece que, gracias al entendimiento entre socialistas y populares, se está consiguiendo. "Siento el afecto de los alcaldes y concejales del PSOE, pero también mantengo buena relación con la inmensa mayoría de los alcaldes y concejales del PP. Colaboramos y trabajamos de una manera honesta y con respeto mutuo. He estado en la política regional y fui diputado nacional cuando tenía 25 años, pero la Diputación te permite estar muy pegado al terreno, sentir los problemas de la gente y actuar de manera casi inmediata para solucionarlos. Le veo mucha, mucha utilidad a la acción política de cada día. Estoy a gusto y me siento muy bien, así que si mis compañeros quieren y los ciudadanos nos votan de manera mayoritaria, yo estaré encantado de seguir", finaliza José Manuel Caballero pensando ya en un posible tercer mandato a partir de la primavera de 2023, cuando se celebrarán los siguientes comicios municipales.

Posiblemente a Leopoldo Sierra le gustaría poder relevarle y ser él mismo el próximo presidente, pero es una tranquilidad para todos los ciudadanos de la provincia de Ciudad Real saber que ni uno ni el otro parecen ese tipo de políticos que consideran que el fin justifica los medios. Si no fuese así, el PSOE no habría pedido colaboración a la oposición para diseñar los presupuestos de 2021, marcados por la pandemia. Los populares hicieron sus aportaciones, fueron tenidas en cuenta por el equipo de gobierno y las cuentas de la Diputación se aprobaron por unanimidad. No parece tan complicado, aunque quizá lo sea porque es algo que no es ni mucho menos habitual... muy a pesar de los ciudadanos.