Imagen de archivo de un tren AVE.

Imagen de archivo de un tren AVE. Shutterstock

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Europa confirma que la alta velocidad llegará a Talavera en 2030, pero el AVE no parará en Toledo hasta 2034

Para cumplir con los plazos, la conexión Talavera-Madrid se hará inicialmente a través de la línea convencional, que será electrificada.

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La Unión Europea ha fijado los plazos definitivos para culminar la conexión ferroviaria entre Madrid y Lisboa, un proyecto incluido en el Corredor Atlántico que avanza a dos velocidades en lo que respecta a Castilla-La Mancha: Talavera de la Reina contará con conexión directa con la capital española en 2030, mientras que Toledo queda fuera de esa primera fase y deberá esperar a 2034, cuando se completará la línea de alta velocidad entre ambas capitales.

Según la planificación aprobada por la Comisión Europea este jueves, la conexión por tren convencional estará lista en 2030, permitiendo unir Madrid y Lisboa en cinco horas, mientras que la alta velocidad completa entrará en funcionamiento en 2034, reduciendo el trayecto a tres horas.

Así consta en la Decisión de Ejecución de la Comisión de 30 de octubre de 2025, relativa a la ejecución de la conexión ferroviaria de alta velocidad Lisboa-Madrid en el corredor europeo de transporte Atlántico, en aplicación del Reglamento (UE) 2024/1679 del Parlamento Europeo y del Consejo.

Toledo tendrá que esperar

El documento fija que el tramo Talayuela-Madrid estará operativo a finales de 2030, lo que permitirá a Talavera de la Reina conectarse directamente con la capital de España mediante la electrificación de la línea convencional. Esta actuación se contempla como una "medida facilitadora necesaria" mientras se completa la infraestructura de alta velocidad.

En la práctica, Talavera dispondrá de una conexión directa y modernizada antes de 2030, mientras que Toledo queda relegada a la segunda fase del proyecto, prevista para 2034, cuando entre en servicio el corredor de alta velocidad completo entre Lisboa y Madrid.

El calendario aprobado por Bruselas establece también la finalización del tramo Plasencia–Talayuela en 2028, así como la implantación del Sistema Europeo de Gestión del Tráfico Ferroviario (ERTMS) entre Badajoz y Plasencia a mediados de 2026 y entre Plasencia y Talayuela a finales de 2028. En la vertiente portuguesa, el tramo Évora–Elvas–Caia se completará a finales de 2026, lo que permitirá unir ambas capitales por tren convencional en 2030.

La previsión de la UE coincide con los compromisos trasladados recientemente a José Julián Gregorio, alcalde de Talavera de la Reina, durante su encuentro con el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano.

En esa reunión, Santano confirmó la intención del Gobierno de poner en marcha la lanzadera Talavera-Madrid antes de 2030, una vez completada la electrificación del tramo Illescas–Talayuela, cuyas obras el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha decidido agilizar sin necesidad de someterlas a una nueva declaración de impacto ambiental.

De este modo, los plazos europeos son plenamente compatibles con los compromisos asumidos por el Ejecutivo en materia ferroviaria con la ciudad de Talavera.

Toledo, pendiente del trazado

Respecto a Toledo capital, el compromiso de Bruselas con la integración se fija para 2034, pero el trazado propuesto por el Ministerio de Transportes ha abierto un intenso debate institucional y ciudadano.

Tanto el Ayuntamiento de Toledo como la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha han presentado alegaciones formales al proyecto, al considerar que la opción actual —que lleva el AVE hasta la estación de Santa Bárbara, a los pies del Casco Histórico— pone en riesgo la protección patrimonial de la ciudad.

El punto más controvertido se centra en la construcción de un viaducto de 481 metros sobre el río Tajo, en la zona de Safont, con dos pilares sobre el cauce, y en el acercamiento del nuevo trazado ferroviario al entorno monumental.

El debate sigue abierto

Las administraciones castellanomanchegas defienden un trazado alternativo que evite el Casco Histórico y plantean la construcción de una nueva estación en el Polígono de Santa María de Benquerencia ("Toledo Exterior"), frente al proyecto ministerial ("Toledo Central").

El presidente regional, Emiliano García-Page, y el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, han avanzado en las últimas semanas un acuerdo inminente con el Ministerio para desbloquear el trazado, aunque el Gobierno central aún no ha hecho pública su posición definitiva.