Imagen de una multitud en el centro de Toledo.

Imagen de una multitud en el centro de Toledo. Javier Longobardo

Región POBLACIÓN

Censados cerca de Madrid y extranjeros: así son más del 85 % de los vecinos llegados desde 2020 a Castilla-La Mancha

La comunidad autónoma gana 86.000 habitantes desde el final de la pandemia; el padrón de la provincia de Guadalajara crece un 9,2 % en cinco años.

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Los padrones de Castilla-La Mancha han incorporado 86.182 vecinos en los últimos cinco años, un volumen que supone un aumento del 4,2 % respecto al tamaño de la población en julio de 2020, la misma tasa del conjunto de España.

Durante el último lustro, las cinco provincias de Castilla-La Mancha han ganado población. Sin embargo, el ritmo de crecimiento de cada demarcación ha sido muy diferente: mientras que Ciudad Real mantiene un tamaño censal muy parecido al de hace cinco años, el aumento relativo de Guadalajara se aproxima al doble dígito.

La provincia de Toledo ha ganado 51.249 residentes, mientras que Guadalajara ha incorporado a 24.210 vecinos en este período. Repuntes más modestos se observan en Albacete, con 4.143 nuevos censados; Cuenca, donde hay 3.670 habitantes más, y Ciudad Real, que añade 2.910 moradores.

Más allá de los números absolutos, el crecimiento relativo confirma a Guadalajara como la provincia más atractiva de la región para sus nuevos habitantes. En los últimos cinco años, el territorio situado al noreste de Castilla-La Mancha se ha expandido un 9,2 %.

El despegue de Toledo, expresado en tasa, alcanza un 7,3 %. Por su parte, Cuenca anota un 1,9 % más; Albacete, un 1,1 %; y Ciudad Real, un 0,6 %.

Por tanto, el aumento demográfico de la comunidad autónoma tiene a las provincias de Toledo y Guadalajara como protagonistas de un fenómeno que reproduce lo vivido durante el inicio del siglo.

Guadalajara y Toledo concentran el 87,6 % del estirón residencial de Castilla-La Mancha en el último lustro. Es decir, de cada centenar de nuevos vecinos, unos 88 han escogido a una de estas dos provincias limítrofes con la Comunidad de Madrid (Cuenca también es fronteriza, aunque apenas unos kilómetros).

La provincia de Toledo ha añadido unos 10.000 vecinos anuales desde 2020, un ritmo que supondría la fundación de una localidad del tamaño de Mora o Consuegra por año. Pese al auge sostenido, las cifras actuales aún resultan inferiores a las registradas entre 2002 y 2009, en plena efervescencia inmobiliaria.

Por su parte, Guadalajara se consolida como el espacio más dinámico de la región en el ámbito poblacional, un liderazgo que probablemente se pueda extrapolar a los buenos registros de su economía dentro de la comunidad autónoma. Sobre el boom de empadronamientos cabe reseñar la existencia de dos realidades bien diferenciadas en este territorio: el corredor del Henares no deja de crecer mientras las Serranías y el Señorío de Molina languidecen.

En todo caso, el renovado empuje de ambos territorios retrotrae a los primeros años 2000. Ambos escenarios, el pretérito y el presente, encuentran puntos de convergencia: la referida cercanía tanto a Madrid como a las vías de comunicación que llevan a la capital, desarrollos empresariales emergentes y una oferta residencial más favorable que en las zonas más céntricas de la gran metrópoli del sur de Europa.

No obstante, el parque inmobiliario en los municipios castellanomanchegos más próximos a Madrid ha menguado. Sin apenas obra nueva, el precio se ha incrementado también por la demanda de los residentes recién llegados.

Los nuevos vecinos

Desde julio de 2020, fecha aproximada en que se restableció la movilidad tras el primer estado de alarma por la pandemia, hasta el mes pasado, el aumento de población en la comunidad autónoma se ha nutrido de la llegada de extranjeros.

El 85,2 % de los nuevos habitantes tienen una nacionalidad foránea. En cinco años, la región ha acogido a 73.470 personas procedentes de terceros países. En el mismo periodo, se han añadido apenas 12.517 españoles.

Además, la explosión que se ha vivido en el colectivo de forasteros ha redimensionado su importancia. En los últimos cinco años, el volumen de población extranjera respecto al total ha pasado de representar un 10,2 % a suponer un 14 % del censo de Castilla-La Mancha.