Page conversa con López Miras, Mazón y Moreno en la última edición de Fitur.

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Región FINANCIACIÓN AUTONÓMICA

Page y Moreno comparten su rechazo a la financiación singular de Cataluña, pero no pactan una estrategia común

Los presidentes de Castilla-La Mancha y Andalucía han contactado por WhatsApp en los últimos días, aunque aún no han hablado por teléfono.

Más información: Page carga contra las "palabras ambiguas" que envuelven la financiación de Cataluña: "Que no nos tomen por tontos"

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El presidente de Andalucía, Juanma Moreno, ha tendido la mano a Emiliano García-Page en busca de una alianza territorial contra el acuerdo entre el Estado y la Generalitat de Cataluña para cambiar la financiación territorial. Ambos rechazan el privilegio unilateral, pero el presidente de Castilla-La Mancha se muestra reticente a sumarse a la entente interregional promovida desde Sevilla y que el PP dominaría con claridad.

La financiación singular que anticipa el pacto a dos ha sido recibida con el rechazo, más o menos sonoro, de todas las comunidades autónomas adheridas al régimen común. Solo los dos firmantes han proclamado sus alabanzas por el renovado modelo.

Más allá de País Vasco y Navarra, ambas con las respectivas excepciones de cupo y fuero, y de una Cataluña erigida en la protagonista única de la negociación con la Administración central, hay otras 14 regiones ávidas de explicar sus singularidades.

Al respecto, el presidente andaluz reveló el pasado lunes su intención de contactar con sus homólogos de Castilla-La Mancha y Asturias, Page y Adrián Barbón, los dos únicos barones regionales socialistas junto a Salvador Illa en Cataluña.

La intención de Moreno se concibe como una alianza por la igualdad entre los españoles, un acuerdo transversal en defensa de la solidaridad interterritorial, un espacio donde las siglas de los partidos y las diferencias ideológicas languidezcan frente al deseo compartido de mantener un modelo de financiación beneficioso para las regiones con rentas más bajas.

EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM ha confirmado el cruce de mensajes de WhatsApp entre Moreno y Page. El presidente andaluz, además, ha mostrado su deseo de mantener una larga conversación telefónica con el líder castellanomanchego en las próximas horas. La charla, según han explicado desde el entorno del socialista, sí se "va a producir".

Pese a la buena sintonía entre los dos barones meridionales, amén de la magnífica relación personal que les une y los encuentros públicos y privados que celebran, no se espera la incorporación de Castilla-La Mancha al frente común contra la financiación diferenciada que encabeza el jefe de Gobierno de la comunidad autónoma más poblada del país.

Aunque Page comparte la idea que ha motivado la iniciativa de Moreno, también advierte los riesgos de una hipotética adhesión a un club donde existe una abrumadora mayoría de presidentes del PP.

El "desgaste personal" al que Page ha aludido en reiteradas ocasiones, y que relaciona con sus críticas recurrentes a Pedro Sánchez, afloraría en otro episodio de discrepancia con su partido. Desde Ferraz podrían blandir el argumento de la proximidad del toledano a la principal formación de la oposición como argumento descalificante.

En todo caso, Page se opone de forma nítida a un marco bilateral que, además de privilegiar a Cataluña, define al resto de comunidades pese a no haberlas tenido en cuenta.

Esta mañana, el consejero de Hacienda de la Junta de Comunidades, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha remitido una carta a María Jesús Montero con la solicitud urgente de una reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).

Desde Castilla-La Mancha se ha insistido en julio, y "no tras el verano", como fecha del encuentro de un órgano donde tienen voz todas las regiones.

En el largo plazo, Page ya ha deslizado un eventual recurso ante el Tribunal Constitucional para frenar la ley, en caso de que salga aprobada por las Cortes Generales, una posibilidad que Junts enfrío ayer.

Insistir en las razones

Junto a estas dos acciones, una a priori y otra a posteriori, el Gobierno regional se afana en un ejercicio de pedagogía contra el plan urdido entre los Ejecutivos de Sánchez e Illa. La consigna se repite en cada comparecencia: no al privilegio, no al cupo, no a la ambigüedad.

Page y los suyos confían en que el nuevo marco de financiación autonómica no salga adelante. Además del trasfondo político, preocupa la adopción de un sistema de reparto que limite las capacidades del Estado y el dinero que Castilla-La Mancha percibe.

Si los fondos que entran menguan, una región que ya se siente infrafinanciada y que afronta singularidades como la de su gran tamaño o la dispersión -y el envejecimiento- de parte de su población enfrentaría un escenario aún más difícil para la prestación de los servicios públicos.

Y las estrecheces que anticipa el recorte de dinero que acarrearía la quiebra de la solidaridad afectarían a la misma esencia de la autonomía y a la mejor de las funciones que, según el Gobierno regional, ha traído la descentralización: el acercamiento del bienestar al tiempo que se mejoraba la calidad ofrecida en sanidad, educación o dependencia.