El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha lamentado la “decepcionante” actitud del Partido Popular de Núñez Feijóo tras el abandono de las negociaciones para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Ha criticado que se intente “mezclar la postura sobre los delitos de sedición con la reformulación de un órgano que lleva cuatro años bloqueado”.

Según Europa Press, el líder regional ha expresado desde Guadalajara que “se puede tener la opinión que sea del independentismo, pero eso no lo tiene que pagar ni el Tribunal Constitucional ni el Consejo General del Poder Judicial”.

“Hay que cumplir y ser formales y el PP tiene la misma obligación del resto de separar intereses electorales de estabilidad institucional. Nadie duda de la razón por la cual se retrasa desde hace cuatro años la renovación del Poder Judicial”.

“Cumplir el acuerdo”

En este sentido, García-Page ha pedido responsabilidad al PP, además de que “cumpla a rajatabla con un acuerdo cerrado, para cumplir con España”.

Acerca de la rebaja o no de las penas por delitos de sedición, el presidente explica que cualquier país debe saber defenderse de “quebrantos institucionales”.

“Este debate, siendo legítimo e importante, no puede ser una más de las piedras que se ponen en el camino. Hay que separar intereses electorales de los del país. Si el mismo PP dice que esto no preocupa a nadie, apruébenlo, que tampoco va a beneficiar al Gobierno”. Y es que ha apuntado a que los populares quizá piensan que este movimiento hace daño al Ejecutivo nacional, cuando “el perjudicado es el poder judicial”.

Por último, ha apelado a la coherencia pese a que este tipo de delitos “son graves”. “Si no, nos ponemos todos en el mismo nivel. Tienen que arrimar el hombro para arreglar un problema formal de primer orden, la responsabilidad incumbe a los dos grandes partidos, PP y PSOE. Si no, el modelo revienta”.

Críticas de Ribera a Feijóo

Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno de España, Teresa Ribera, también ha cargado contra Núñez Feijóo en su visita a Guadalajara, instándole a elegir entre “cumplir la ley y el mandato constitucional o seguir jugando al escondite”.

Ribera afirma que “este movimiento dice muy poco en favor de Núñez Feijóo, en un escenario en el que prima el cumplimiento de la Constitución y de la normativa vigente. Dejar la negociación va contra los principios democráticos”.

Asimismo, ha apuntado que el acuerdo ya estaba cerrado, por lo que sería preocupante que el volantazo se deba a la presión de la parte más conservadora de su partido o de los medios de comunicación”.

“No tiene ni pies ni cabeza. Es una mala noticia para la democracia española que no se justifica. Creo que ya está bien de esta falta de comprensión del Partido Popular sobre cuál es el papel del Gobierno y cuál el de la oposición”.

“Secuestrado por la derecha recalcitrante”

Por su parte, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha asegurado que la ruptura de la negociación se debe a la “falta de liderazgo de Núñez Feijóo” dentro del partido. “Está secuestrado por la derecha más recalcitrante de la formación”.

Así lo ha indicado el ministro en su visita a Albacete, donde ha expresado que con este movimiento “el PP sigue siendo rebelde ante la Constitución española y sigue secuestrando una de las instituciones fundamentales del Estado”.

“Es un día triste porque Núñez Feijóo ha demostrado que no tiene capacidad para dirigir el partido de la oposición. Lo único que buscan son excusas, excusas, excusas para incumplir un mandato tan importante como el constitucional. No tiene el liderazgo que se puede pretender de alguien que ejerce la oposición en una democracia”.

Grande-Marlaska explica que no hay relación entre la renovación del Poder Judicial y la posible rebaja de las penas por delitos de sedición. Según ha recordado, incluso la portavoz parlamentaria del Partido Popular, Cuca Gamarra, “ya hizo referencia” a que este acuerdo no debería ir ligado a otras cuestiones.

“Parece que el PP intenta tener controlado otro poder del Estado. Me parece de una gravedad manifiesta. Es una conducta que no hace nada bien a la democracia y al Estado de Derecho”.