Castilla-La Mancha celebra este martes 31 de mayo su día grande en un año donde además se cumple el 40 aniversario de la aprobación del Estatuto de Autonomía. Desde que el 8 de agosto de 1982 las Cortes Generales aprobaran la Ley Orgánica 9/1982, la región ha vivido una transformación que ha afectado a todos sus estratos. Emiliano García-Page -presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha-, Pablo Bellido -presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha-, Paco Núñez -líder del PP en Castilla-La Mancha- y Carmen Picazo -coordinadora de Ciudadanos en Castilla-La Mancha- nos ofrecen su punto de vista de lo acontecido en estas cuatro décadas y los retos de futuro que afronta nuestra tierra.

Emiliano García-Page: "Castilla-La Mancha ha pasado de ser una tierra pobre a una región de oportunidades"

Emiliano García-Page, presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

Emiliano García-Page, presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

El presidente regional Emiliano García-Page cree que existen "muchos hitos a destacar" en estas cuatro décadas, algunos de ellos "impensables en los primeros años de la autonomía." "Si hay algo de lo que podemos sentirnos orgullosos, algo que da sentido a la Comunidad Autónoma, y a estos cuarenta años de autogestión, es el haber logrado extender los servicios públicos esenciales al último rincón de un territorio en muchos de cuyos pueblos se carecía de lo más elemental, como agua corriente, luz eléctrica, teléfono o señal de televisión."

Tampoco se olvida de "una sanidad pública que cubre todo el territorio a nivel de primaria, con una red de transporte sanitario que puede cubrir una urgencia en cualquier punto, aunque sea con helicópteros" y de "una educación pública que permite abrir y mantener escuelas allí donde padres, madres y municipios lo exijan, y que cumple con el ciclo completo de formación gracias a una universidad pública de calidad." También destaca "una red asistencial que nos permite no dejar a nadie en el camino, y que incluso garantiza que las personas dependientes de sus padres nunca quedarán desasistidas."

García-Page ensalza el papel de una comunidad autónoma que ha logrado "posiciones en sectores clave como el agroalimentario, el energético o el de servicios como la cultura, el turismo o el patrimonio natural" y que "ha dejado de ser una tierra pobre, “eminentemente agrícola” como se decía en los libros de texto, para convertirnos en una región de oportunidades."

Otro de los logros de estos 40 años de autonomía ha sido la vertebración de una región extensa, geográficamente complicada, que sufre además el tirón de grandes focos de desarrollo como pueden ser Madrid, Valencia, Murcia o Andalucía. Para el presidente regional, el gran reto era "ofrecer servicios públicos a todos, y cambiar una cultura que cifraba el éxito personal en la emigración hacia tierras donde la vida parecía mejor." En este sentido, puntualiza que "la sanidad, la universidad, la extensión de la presencia del Gobierno a través de delegaciones provinciales, la eficacia en la gestión de los fondos europeos, el diálogo y la concertación constante con los agentes sociales, y la idea de que las y los ciudadanos son iguales en derechos sea cual sea su lugar de residencia, son los elementos que están vertebrando sin lugar a dudas esta región, más allá de la extensión de conexiones y la circulación diaria de personas, mercancías y capitales entre las cinco provincias, que también."

El nacimiento de Castilla-La Mancha también traía aparejado el surgimiento de una identidad propia que para el presidente "se está logrando" pese a "no tener una lengua diferencial que nos permita reivindicarnos como diferentes, ni una intención de levantar fronteras para exigir ventajas." Prueba de este camino recorrido es que "parecía difícil que gentes de comarcas serranas y escarpadas, como Molina de Aragón, Sierra Morena, Atienza, Talavera o Puertollano se sintieran identificados con un proyecto llamado Castilla-La Mancha, pero a base de éxitos, incluso deportivos; de movilidad universitaria, de movilidad también funcionarial, de gestión y de defensa de nuestros intereses, ya nadie pone en duda el sentido y la utilidad de esta Comunidad Autónoma como tal." En este empeño, García-Page cree  que "tiene mucho que ver, por supuesto, la tradición de gobiernos autonómicos que, salvo algún periodo de triste memoria, han puesto siempre por delante la defensa de los intereses de la tierra a la que sirven a aquellos intereses personales o de partido."

Con la mirada puesta en el futuro, el presidente regional reconoce que la reforma estatutaria era uno de los puntos de su programa de Gobierno desde 2015, pero que no la llevarán a cabo sin un consenso amplio. "Somos de las pocas comunidades autónomas que no ha llevado a cabo una reforma estatutaria, y cuando lo intentamos y llevamos al Congreso una reforma votada por unanimidad de las Cortes regionales, se produjo la traición de quienes estaban más por los intereses de su partido que por los de Castilla-La Mancha, y se optó por la retirada." Entre los cambios que pone sobre la mesa, entiende que "es preciso blindar los servicios públicos esenciales para que nunca más sean instrumento de cambio ante una época de dificultad, para que nunca más un gobierno pueda recortar la salud, la educación, la dependencia o la asistencia especializada cuando convenga por razón de crisis o de interés político." También insiste en que "tenemos derecho a participar en las decisiones que afectan a la gestión de los recursos hídricos, aunque estemos logrando imponer la fuerza de la razón a la razón de la fuerza, gracias a que Europa es consciente de lo que significa el Trasvase Tajo-Segura en tiempos de cambio climático."

Pablo Bellido: "El gran éxito es que la gente hoy vive mucho mejor que hace 40 años"

Pablo Bellido, presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha

Pablo Bellido, presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha

La segunda autoridad de Castilla-La Mancha, el presidente de las Cortes regionales Pablo Bellido, hace una síntesis muy clara del éxito de la comunidad autónoma: "La gente de Castilla-La Mancha hoy vive mejor que hace 40 años." A su juicio, "una Comunidad Autónoma tiene que ser por encima de todo útil, un instrumento para que la gente tenga más servicios, los derechos garantizados y en definitiva viva más feliz." Más allá de cuestiones identitarias o emocionales, Bellido piensa que "si hoy en día hay más posibilidades de empleo, de labrarse un futuro viable dentro de la región y además tienes garantizados una mejor sanidad, una mejor educación, más prestaciones, servicios y derechos, el nacimiento de Castilla-La Mancha habrá servido de algo."

En el plano más emocional, tiene claro que "no hay una necesidad de crear una identidad castellano-manchega a la fuerza" porque "cuando compartimos intereses y tenemos una historia común de costumbres, folclore, idioma, cultura y tantas cosas que nos unen, además de ser provechoso y satisfacer las demandas que tenemos como individuos y como comunidad, se crean lazos culturales y emocionales que generan esa cuestión que es la identidad." En este punto, Bellido puntualiza que la identidad castellano-manchega "es una identidad positiva, no es excluyente, que nace con la intención de no ser menos que el resto e iguales que los demás e inclusiva porque recibimos con los brazos abiertos a los que vienen de fuera." Además, lejos de otros lugares en los que "intentan hacer que la identidad de un territorio compita con la identidad nacional, nosotros apostamos por complementarla, somos españoles de Castilla-La Mancha."

Respecto a la vertebración, "al igual que que la cohesión, la igualadad y la solidadridad" entiende que debe entenderse como una utopía: "Estas cuestiones hay que tomarlas como una mirada hacia un horizonte que según vas avanzando, se aleja a la misma velocidad. Hoy vivimos mucho mejor, la sociedad está más cohesionada y mejor armada, lo que implica una mayor vertebración regional y por extensión mayor vertebración nacional y europea; pero siempre en proceso de mejora, con la ambición de conseguir nuevos retos."

Por último, no tiene dudas de que la reforma del Estatuto es "más que necesaria conveniente." Sobre todo, las plantearía "desde el interés general y la defensa de los servicios públicos como la sanidad y los servicios sociales particularmente en el entorno rural que ha sido donde más amenazados han estado." También afrontaría cambios para "agilizar la toma de decisiones en momentos concretos."

Paco Núñez: "Castilla-La Mancha va a ser lo que quiera ser si no cae en mensajes de conformismo"

Paco Núñez, presidente del PP de Castilla-La Mancha.

Paco Núñez, presidente del PP de Castilla-La Mancha. Óscar Huertas

Para Paco Núñez, presidente del PP de Castilla-La Mancha y líder de la oposición, cree que "al igual que las demás comunidades autónomas," Castilla-La Mancha ha avanzado "muchísimo" en estos 40 años de autonomía, sobre todo en "un régimen de libertad, de democracia y de derechos de los ciudadanos que supuso, en su día una revolución y que ahora, en muchas ocasiones, no sabemos valorar." De entre todos esos avances, subraya "la capacidad de los vecinos de la región de aglutinarse en torno a un sentimiento, el de pertenencia a Castilla-La Mancha, pero siempre dentro de España, sin renunciar jamás esta condición" como "paisanos de una tierra diversa, con matices y contrastes que la hace tremendamente rica en todos los ámbitos, desde el cultural al productivo, el patrimonial o el medioambiental."

Por todo esto, piensa que "Castilla-La Mancha es única e inigualable, una tierra que va a ser lo que quiera ser, y que no debe caer en los mensajes de conformismo de los gobiernos socialistas que hemos tenido durante casi la totalidad de nuestra historia como región." En este sentido, cree que esa forma de gobiernar supone "un tapón" que "nos hace creer que no podemos ser más de lo que somos."

Ahondando en ese sentimiento de pertenencia, destaca que "hoy, un hellinero puede sentirse igual de castellanomanchego que un puertollanense, un taranconero, un seguntino o un talaverano," pese a que "ese sentimiento común no es sencillo en una región extensa en kilómetros y diversa en sensibilidades." Para justificar esta afirmación, cita los "numerosos viajes por la región, que son muchos y frecuentes," en los que ha tenido oportunidad de "conocer prácticamente todas las comarcas que la vertebran y eso me hace sentir más orgulloso y más convencido de las posibilidades de futuro de Castilla-La Mancha.

En un plano económico, subraya que esa vertebración y cohesión también se afianza desde el sector agroalimentario, "santo y seña de nuestra región, que además es puntero en toda España y al que debemos impulsar con decisión y sin complejos," a la logística que "ha encontrado en las zonas colindantes a Madrid una oportunidad de negocio," la innovación, el sector aeronáutico, el turismo de interior y otros muchos sectores, que son "un motivo más para apostar por la autonomía y el progreso de Castilla-La Mancha."

En ese futuro, Núñez entiende que el Estatuto de Autonomía deberá reformarse "siempre y cuando se afronte desde el total consenso y con el compromiso de no utilizar la reforma como una herramienta para aumentar el número de políticos en las Cortes regionales," sin "la venda del partidismo y el sectarismo ideológico." 

A su modo de ver, "un Estatuto no debe ser un fin en sí mismo, sino una herramienta de desarrollo y de garantía de derechos y bienestar social," por lo que "asuntos vitales para Castilla-La Mancha como blindar los servicios sociales, la sanidad o la educación no pueden servir de excusa para que un partido decida que haya más políticos en las Cortes porque no le salen las cuentas electorales."

Carmen Picazo: "Las desigualdades entre comunidades no han disminuido, se han acrecentado"

Carmen Picazo, coordinadora de Ciudadanos en Castilla-La Mancha.

Carmen Picazo, coordinadora de Ciudadanos en Castilla-La Mancha.

Carmen Picazo, líder de la tercera fuerza política con representación en las Cortes de Castilla-La Mancha reconoce que "la realidad de España hoy poco o nada tienen que ver con la España de 1982." Sin embargo, cree que "las desigualdades entre comunidades no han disminuido, se han acrecentado y el sur donde nos situamos somos los grandes perdedores." Por eso, reflexiona que "la sensación de que hay comunidades de primera y de segunda también es la nota que se ha quedado en la mentalidad de los españoles, relegando a las comunidades como la muestra a una categoría inferior porque alguien determinó que hay españoles de primera y de segunda o como ellos determinaron: diferencias entre regiones y naciones," un concepto el de "nacionalidades dentro de España" que piensa que "es el momento de eliminar." 

A la hora de analizar la vertebración que ha logrado Castilla-La Mancha desde su fundación, parte de la premisa de que "tenemos una España invertebrada con una clara ausencia de políticas de cohesión entre territorios, sin proyectos colectivos estratégicos y en la que los nacionalistas han maniobrada para que esto fuera así con la complicidad de socialistas y de conservadores." En el caso concreto de Castilla-La Mancha pone sobre la mesa unas cuestiones que a su modo de ver dejan clara la realidad de la vertebración del territorio y de su cohesión económica y social: "Las capitales de provincia no están comunicadas por carretera ni por ferrocarril. Lo que llamamos despoblación no es sino un drama social promovido activamente por el gobierno regional por su paulatino abandono de la población que vivía en pequeñas localidades. La industrialización de Castilla-La Mancha ha sido abandonada en beneficio del desarrollo de sectores económicos con poco valor añadido y hay territorios dentro de Castilla-La Mancha en los que el deterioro de la calidad de vida no solo no ha mejorado, sino que ha empeorado en estos últimos 40 años. O sino que se lo pregunten a un habitante de Talavera de la Reina o Puertollano."

En este tiempo, considera que "Castilla-La Mancha ha contado con presidentes populistas y caudillistas que han intentado identificar la región con su personalidad, y se ha abandonado una auténtica creación de una personalidad política castellanomanchega."

"Nuestros dirigentes nos han gobernado bajo el signo de la sumisión y no de la libertad por lo que la pregunta que nos tenemos que hacer ahora mismo es qué comparte un habitante de la Alcarria con un habitante de la Manchuela o un habitante de los Montes de Toledo," reflexiona, algo a lo que "no ha ayudado nada la mediocridad del sistema educativo de Castilla-La Mancha y la falta de liderazgo en la creación de una población culta y libre."

Respecto a una posible reforma del Estatuto, piensa que "es curioso que cuando hablamos de reforma del Estatuto al final los políticos hablan de votos y hace 8 años conseguimos el 12% de los votos y no conseguimos ni un diputado regional."

A partir de aquí sostiene que la Norma "debería hablar de asegurar nuestros derechos y libertades. De asegurar la libertad de las personas mayores de vivir en su casa o en su entorno; de asegurar y apostar por el futuro de nuestro jóvenes en una comunidad que se sitúa a la cola de la educación, a la cola del empleo y a la cola de la emancipación en España; de asegurar la calidad de vida de nuestros niños a través de la generación de un sistema educativo que no te discrimine por que hayas nacido en un pueblo o en una ciudad; de asegurar pagar impuestos justos; de asegurar un crecimiento económico moderno basado en industria de alto valor añadido; y de asegurar que los ciudadanos son escuchados y que todos los votos han de contar lo mismo y no privilegiando unos votos sobre otros según el caudillo de turno."

No obstante, la previsión de Picazo es que "no habrá nuevo Estatuto" porque "porque a los socialistas y a los conservadores no les interesa que los castellano-manchegos seamos libres y dueños de nuestro futuro."