"No vamos a renunciar nunca a nuestro ADN". Así ha querido el secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha, José García Molina, tranquilizar a los inscritos de la formación morada que tienen dudas sobre la conveniencia de aceptar el ofrecimiento del presidente castellano-manchego: que Podemos entre en su Gobierno a cambio de aprobar los presupuestos de 2017. Si el partido de Pablo Iglesias acepta o no dependerá de la voluntad de sus 10.000 afiliados activos en Castilla-La Mancha, que desde este viernes y hasta el próximo lunes podrán votar telemáticamente "sí" o "no" a la pregunta: "¿Crees que Podemos Castilla-La Mancha debería votar sí a los presupuestos si con un acuerdo de gobierno se garantiza la puesta en marcha y el control de políticas propias como la Renta Garantizada o el Plan de Garantías Ciudadanas?".

En caso de que las bases den luz verde al acuerdo, García Molina ha subrayado en rueda de prensa que tienen "una idea muy clara" de que si se incorporan al Ejecutivo, éste será "un gobierno de diferentes". Para ilustrarlo, ha apuntado que no van "a aceptar prebendas del Gobierno como el coche oficial", al tiempo que van "a continuar" con sus limitaciones salariales.

Sin nombres sobre la mesa

Preguntado por quiénes serán las dos personas de Podemos que entrarán en el Gobierno, en caso de que el acuerdo sea ratificado por las bases, el líder regional del partido ha respondido que no cree que "sea cuestión de personas sino de que las personas sean capaces, sean competentes".

No obstante, ha apuntado que tendrán que ser personas con "cierto reconocimiento a la hora de llevar las políticas adelante". "Lo importante es la consulta y que la gente se anime a participar", ha insistido.

La querencia del PP

Preguntado por la denuncia del PP sobre que los presupuestos presentados por el Gobierno regional son "ilegales" por incumplir pasos en la tramitación, García Molina ha manifestado que le "llama la atención" de este partido "su querencia con los juzgados, como acusado a como acusador".

Con ello, ha dicho que confía en el informe del Consejo Consultivo que establece que no es necesario un nuevo dictamen del texto y ha asegurado que si "tuviera conocimiento de que se están haciendo mal las cosas", él mismo "lo plantearía".

"Siempre hago caso a lo que dice el Consultivo, que para eso hace su trabajo", ha aseverado.