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La lucha de David Llorente contra Goliat Molina por la limpieza ética en Podemos Castilla-La Mancha

22 noviembre, 2018 00:00

Algo huele a turbio en Podemos Castilla-La Mancha. El buenismo aparente del líder regional y vicepresidente de Castilla-La Mancha, José García Molina, está resultando más oscuro de lo que parecía si tenemos en cuenta la fuerza e intensidad de las denuncias internas que están surgiendo en los últimos días en torno al proceso de primarias para elegir al candidato que concurrirá a las elecciones autonómicas para la Presidencia de la Junta. La sensación de pucherazo antidemocrático es grande dentro del partido. Tal como viene informando EL DIGITAL en los últimos días, distintos integrantes del Consejo Autonómico de Podemos en Castilla-La Mancha y el propio diputado regional, David Llorente, candidato en las primarias y aspirante a sustituir a García Molina al frente de la formación morada, están llevando a cabo por distintos medios, incluso vía judicial, iniciativas para denunciar presuntas irregularidades en este proceso y han puesto en cuestión la limpieza y neutralidad del mismo.

Aunque desde el entorno de García Molina, aspirante a renovar su liderazgo y ser de nuevo el candidato a la Junta, se defiende la transparencia y buena gestión de las primarias, lo cierto es que el ruido interno es muy grande y las sospechas de irregularidades no cesan. Este mismo miércoles el propio Llorente presentó una recusación oficial de todos los integrantes del equipo de gestión de las primarias por considerar que están haciendo un uso parcial de sus cargos en favor de García Molina, que cuenta con todo el apoyo del aparato y es amigo de Pablo Iglesias. Además, hay movimientos internos muy intensos contra la diputada regional y número dos de García Molina en la dirección regional de Podemos, María Díaz, a la que acusan también de imparcialidad e irregularidades, exigiendo su dimisión en el partido incluso por escrito. David Llorente, por su parte, ha presentado una querella en los tribunales y una denuncia formal ante los órganos de garantías del partido por todo lo que está pasando.

Después de un fuerte distanciamiento en los últimos tiempos de García Molina y Llorente, muy lejanos sobre cómo debe ser el partido y el papel que ha jugarse dentro del Gobierno socialista de Emiliano García-Page, la tensión entre ambos se ha disparado y ahora compiten por el mismo cargo, aunque con distintas fuerzas y un claro desequilibrio interno: frente a Goliat Molina aparece un David Llorente que está clamando por la limpieza de las primarias y para que todos los candidatos en liza, incluida la tercera vía de Gemma Heras-Juaristi, jueguen con las mismas reglas y tengan exactamente las mismas oportunidades a la hora de luchar por su candidatura. ¿Lo conseguirá? Parece complicado. La lucha de Llorente es encomiable pero también es casi un imposible metafísico: es una batalla contra los elementos.