Mientras los anuncios de cierre de sucursales y de ajustes de empleo continúan, hay una figura comercial que incluso crece. Se trata de los agentes financieros, un profesional híbrido entre el asesor y el comercial, cuyo número ha aumentado un 9 por ciento en el sector en los últimos años. De acuerdo con el registro del Banco de España son ya 5.729, con datos a 30 de noviembre.

En el ranking nacional de las diez entidades en función del número de agentes contratados se encuentran dos con amplia implantación en Castilla-La Mancha. Se trata de Caja Rural Castilla-La Mancha, en el puesto octavo, con 104 agentes, y Liberbank, con 77. Completan este ranking BBVA (2.462), Santander (1.043), Mediolanum, (solo trabaja con agentes, 908), Bankinter (406), Deutsche Bank (296), Popular/Santander (129), Andbank (126), y Cajamar (46).

Por ley estos agentes solo pueden trabajar en exclusiva para un banco, ofrecen una alta flexibilidad horaria, y muchos de ellos suelen ser prejubilados que antes trabajaban en otras entidades financieras. Los agentes siempre han sido un canal complementario para la banca, especialmente en la gestión de grandes patrimonios. Sin embargo, en los últimos años algunas entidades han recurrido a ellos para cubrir aquellas zonas que han tenido que abandonar porque las oficinas eran deficitarias. Esta figura está especialmente presente en Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Aragón.

Según la firma de selección especializada Intelect Search, el agente se suele quedar con el 50 por ciento del margen obtenido. Sólo en algunos casos llega al 60 por ciento. Para poder vivir de esto, un agente de banca universal debe gestionar una cartera de unos diez millones- y un centenar largo de clientes-, la cantidad se dispara en el caso de banca privada. La misma firma asegura que dentro de diez años, los agentes seguirán creciendo en el segmento de banca privada, pero en banca universal el futuro es la digitalización, “no los agentes”.