Antaño por las nubes de la clase empresarial de Castilla-La Mancha por su proximidad al poder político de la época, aunque el queroseno utilizado para su despegue hasta lo más alto incluyera algunas dosis de impurezas, el ciudadrealeño Domingo Díaz de Mera Lozano quiere ser ahora aguador. Acostumbrado a meterse en todos los charcos, aunque en esta ocasión el caudal parece fluido y cristalino, el empresario -expresidente de la Liga ASOBAL, del exitoso club de balonmano Ciudad Real, promotor del fallido aeropuerto ciudadrealeño y uno de los desencadenantes que llevaron a la intervención de Caja Castilla La Mancha (CCM), de medios de comunicación al servicio del poder  y artífice inmobiliario de altos vuelos, entre otros- quiere ahora dedicarse a llevar y vender agua mineral entre la población.

El “sheriff innombrable que imponía su ley en Castilla-La Mancha” como se le definió en sus mejores tiempos, el “amo” al norte de Despeñaperros gracias a sus influyentes relaciones políticas y principalmente a las de su amigo y compañero de pupitre en los Marianistas, José María Barreda, expresidente de Castilla-La Mancha, Domingo Díaz de Mera promueve ahora una nueva actividad empresarial en su condición de polifacético emprendedor a través de la mercantil Manantial de Sierra Morena, S.L. Constituida en 2020 como sociedad limitada junto a Rafael Alcaide Romero -administradores únicos, capital social de 15.000 euros y domicilio en Ciudad Real- la compañía se ha inscrito en el Registro Mercantil como fabricante de bebidas no alcohólicas, producción de aguas minerales y otras aguas embotelladas.

Para poder iniciar su actividad, Manantial de Sierra Morena S.L. ha solicitado la declaración de agua mineral natural para las aguas alumbradas en el sondeo realizado en una finca de Viso del Marqués. Una extensión localizada en las estribaciones septentrionales de Sierra Morena al sur de la provincia de Ciudad Real. Los mejores deseos de éxito para el nuevo negocio de Domingo Díaz de Mera al que, tal vez, podamos ver próximamente inmortalizado en los lienzos gracias a esta actividad empresarial junto a una de las más destacadas obras de juventud del pintor Diego Velázquez: el aguador de Sevilla, de Ciudad Real en este caso.