No sé si me estoy haciendo mayor o qué, pero he pensado en Pedro Sánchez y me ha salido de urgencia un nuevo vocablo para la Real Academia de la Lengua Española: la koldosfera. Un descubrimiento maravilloso. De la fachosfera a la koldosfera sin solución de continuidad: se queda todo en el ámbito del PSOE. Animadas creaciones socialistas de ayer y de hoy, que en esto de ir inventado políticas de progreso no hay en el mercado actual nada mejor que el sanchismo. Un día y otro día: la fachosfera es una falacia que se inventó la Moncloa para dañar al rival y ponerle un muro sanchista a la mitad de los españoles y la koldosfera parece una realidad policial contrastada en beneficio propio del amiguito de turno, que ya vemos que es un plural mayestático y se sitúa siempre en el lado bueno de la frontera. Que se lo pregunten a los veinte detenidos o los que sean.

Así que, visto lo visto, todo esto tiene una música vieja conocida del españolito de a pie y una letra muy rancia en la que todos, al final, “acaban cayendo”, como ha dicho este domingo Emiliano García-Page, que no pierde ocasión de echarse al coleto la alegría del día. Y que caigan, Emiliano, que caigan: con esto de la koldosfera, la prensa independiente de la mañana, un suponer, tiene material sobrado para montar, una tras otra, las chiquicientas portada que le dedicaron a Paco Camps cuando aquello de los trajecitos que, con un globo tan bien inflado, tanto juego dieron a la izquierda de la época, que vivió años felices cabalgando un caballo tan flaco. Nunca se pudo sacar más con menos, así que el asuntito este del tal Koldo parece un filón socialdemócrata comparativamente infinito. Miro a San Telmo y se me agolpan en bucle los ERE’s en la cabeza.

O sea, que el ruedo ibérico siempre nos deja perlas sin cultivar, pero llenas de ingenio y tradición. La corrupción es una de ellas y vemos que a Sánchez le ha estallado en la cara la suya propia, con el exministro José Luis Ábalos al mando de la nave desconocida, su exasesor y hombre para todo Koldo García en el papel del conseguidor y ese hombre de hierro Santos Cerdán que cierra la trilogía en la que la Moncloa quiere parar la hemorragia y evitar como sea que salte a cuarteto. El miedo es libre y a Sánchez ya sólo le faltaba la koldosfera para terminar de cuadrar el círculo endemoniado de la legislatura, en el que el fugado Puigdemont tiene el papel estelar y el mando a distancia, Alberto Núñez Feijóo lleva la nueva batuta comprada el otro día en Galicia y el rey de Marruecos maneja la llave del botón del pánico que cualquier día a alguien puede darle por apretar y saltar por los aires. ¡Cachipum! Veo tan calladita a mi admirada Yolanda Díaz que me enternece pensar en su tristeza: me gusta cuando callas porque estás como ausente.

Total, que el bueno de Page ha pedido este domingo a Sánchez que frene el escándalo y salve al PSOE de la que se le puede venir encima, aunque no se sabe si con eso pide la dimisión de Ábalos, el cese de Cerdán o la convocatoria de elecciones generales, que es lo que le gustaría tal vez a Feijóo después del subidón gallego y las alas que eso le ha dado. A Paco Núñez, el hombre de Feijóo en Castilla-La Mancha, todo lo de Page le parece siempre insuficiente y le ha vuelto a decir que “menos hablar y más actuar”. Pero quiá: Paco, tío, pierde toda esperanza.

Y andábamos en estos traspiés cuando me asalta la noticia feliz del mes de febrero en Toledo: la gran María Tena, profesora, periodista y amiga, ha sido nombrada coordinadora de Cultura, Festejos y Patrimonio del Ayuntamiento de la capital regional, un superfichaje excelente del equipo de Carlos Velázquez que me tiene en la emoción de los grandes aciertos. Se me han ido todos los males de pronto y el nombramiento me parece maravilloso y me llena de expectativas. María, Toledo-Toledo, María, un lujo compartido y recíproco. Enhorabuena y a por el toro. La mejor suerte del mundo y todos los éxitos, amor.