Pedro Sánchez gana en contra del mundo y vuelve a Ferraz por la puerta grande. Le sacaron de allí a golpes y ha entrado a votos. La venganza del apaleado. Regresa el PSOE más duro y podemizado, que no estaba muerto, estaba de parranda, y un escalofrío recorre España. El Gobierno de Castilla-La Mancha tiembla a la espera de los acontecimientos, que ahora mismo son difíciles e impredecibles. Ya veremos, pero que nadie se equivoque: el presidente Emiliano García-Page no se rinde, es un superviviente, un batallador de la política y aquí no acaba nada para él. A ver quién dice lo contrario. Su número dos, Jesús Fernández Vaquero, ayer por la noche estaba de luto riguroso en Santa María La Blanca, pero dejó muy clarito que este 21 de mayo Page no se presentaba "a nada" y que, por tanto, los derrotados han sido otros. Susana Díaz tenía hasta ayer todo el apoyo de García-Page y del PSOE de Castilla-La Mancha, pero este lunes de buena mañanita ha amanecido tormentoso y variable y el mundo ha empezado a cambiar.

Y Page dentro de él. Las cosas son como son. Ahora tiene Page sólo a Castilla-La Mancha "en su cabeza", como dijo Vaquero y ese va a ser su terruño y su responsabilidad, y a mí me parece muy bien y muy inteligente. Si por un casual esta victoria sanchista ha animado, un suponer, al secretario provincial del PSOE en Albacete, Manuel González Ramos, a empezar alguna guerra, tal vez sea mejor que se lo piense con detalle y valore lo que va a pasar a partir de ahora, por si acaso. Es verdad que el presidente de Castilla-La Mancha y líder regional de los socialistas ha sufrido este domingo un serio revés, de los más duros de su carrera política, y es verdad también que tal vez 2017 esté siendo el peor año de vida pública, pero de ahí al encefalograma plano hay un abismo que Page ni ha recorrido ni piensa recorrer. Tiene una enorme papeleta ahora en la región, que está empantanada por este José García Molina que lidera los Podemos castellano-manchegos, pero, con Sánchez o sin él, Page tiene que lidiar con los presupuestos regionales y dar un carpetazo inmediato a la crisis política de la región, y ese creo que tiene que ser su refugio y su salvación.

Así están las cosas y ahora vienen los congresos en el PSOE, todos en cascada: federal, regional y provinciales, y ahí ya veremos las nuevas batallas que se abren. Imagino que Page irá a cualquier guerra que se inicie, incluso si a Sánchez se le ocurre hacerle un sandwich a pachas con Pablo Iglesias para que la vida sea imposible en la región, pero esta carrera de vivir da muchas vueltas y voy a suponer, este lunes por la mañana y con todas las paradojas del mundo metidas en un solo tarro de las esencias, que a García-Page, en caso de peligro de muerte in extremis, siempre le quedará María Dolores de Cospedal para terminar la legislatura con dignidad y que se salve nuestro pequeño mundo. Este fin de semana Cospedal se ha recorrido toda Castilla-La Mancha de costa a costa con Vicente Tirado y unos cuantos más al calorcito de los congresos provinciales del PP y eso ha sido como una revelación del trajín que nos espera. Que San Mariano Rajoy nos proteja. O no.