Supongo que es un buen indicio para el presidente Emiliano García-Page. Una pequeña alegría que puede ser grande en el futuro. No lo sé, pero el caso es que, sin que exista nada confirmado, existe un runrún por lo bajini, como el que no quiere la cosa, que apunta la posibilidad de que María Dolores de Cospedal esté empezando a recular en la posibilidad de ser candidata del PP a la Presidencia de Castilla-La Mancha en 2019. La alegría entre los populares de la región empieza a desvanecerse. Todo es un puro chismorreo, una hipótesis temprana en exceso que, sin embargo, está generando su aquel en el PP regional. Se dice que Cospedal, ministra y secretaria general, está en otra cosa, que ya no piensa tanto en la región y que tiene puesta su cabeza en otro mundo, otros escenarios, otras oportunidades. Puede ser, tal vez, es verosímil: los socialistas, si llega el caso, se lo agradecerán, aunque quien sabe si todo es una estrategia para que la gente de Page piense en otras claves y se olvide un poco de ella, que la tienen todos los días en sus pensamientos.

El caso es que, entre cafelito y charleta, empiezan a publicarse nombres de posibles alternativas a Cospedal como aspirantes a futuribles presidentes de Castilla-La Mancha, particularmente dos: el secretario regional del PP y vicepresidente de las Cortes autonómicas, Vicente Tirado, y el secretario de Estado de Defensa y número dos de Cospedal en el Ministerio, Agustín Conde. Dos nombres, dos carreras, dos milagros. Tirado es el artífice del excelente momento de forma que viven desde hace años los populares castellano-manchegos y Conde es uno de los políticos más preparados y brillantes que tiene la región, además de exalcalde de Toledo y rival de Pepe Bono en las autonómicas de 1999. Tanto Tirado como Conde tienen poder e inteligencia y podrían relevar a Cospedal, pero mucho me temo que este runrún tiene mucho de rumor y poco de noticia. Por ahora. En fin, a mí se me ocurre el tercer nombre de una mujer con mucha valía y potencial político, una manchega de mando en plaza y mucho poderío y talento, pero como es una pura ocurrencia me lo callo. Rodando rodando.

Y tal. En fin, que ya tenemos a los tres candidatos en liza para las primarias de Podemos en Castilla-La Mancha: el oficialista, pablista y presidencialista José García Molina; el alternativo, juvenil y anticapitalista David Llorente y el imaginativo, soñador y rompedor Fernando Barredo, cada uno con su aquel y sus matices. Los afiliados podemitas en la región tienen cuartelillo para elegir entre que todo siga como está o darle la vuelta al pantalón, o sea, conservar o revolucionar. Personalmente, tengo para mí que García Molina lo tiene todo atado con el líder supremo Pablo Iglesias y que aquí no hay manera de moverle una coma al diputado y vicepresidente de las Cortes regionales.

Y termino. Mi admirado colega Eusebio Cedena se ha puesto melancólico este miércoles con Toledo y Talavera y le ha salido una columna sentimental y cursilona. Pero es bonita, echen un vistazo, que el hombre le ha puesto mucho cariño. Y eso.