El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido este viernes sin corbata para hacer balance del primer semestre del año y ha pedido a sus ministros, altos cargos y funcionarios que sigan su ejemplo para ahorrar energía. El asunto ha calentado las redes sociales, donde han recriminado a Sánchez que intente desviar la atención de lo verdaderamente importante. Pero más allá de la controversia, lo de la corbata ya tuvo su gran momento hace once años en el Congreso de los diputados.

Fue en julio de 2011 y presidía la Cámara Baja el albaceteño José Bono, siendo ministro de Industria Miguel Sebastián, que acudió al pleno sin corbata. Estábamos en plena crisis y el ministro, aprovechando una pregunta de la sesión de control sobre la necesidad de ahorro energético, relató que los japoneses habían decidido ser flexibles en el uso de la corbata, defendió hacer pequeños gestos.

Cuando concluyó, el presidente del Congreso decidió tomar la palabra de manera excepcional, afeó a Sebastián no usar corbata y agradeció a los que sí la usaban su ayuda para mantener «la disciplina del vestido» en el hemiciclo, donde, por ejemplo, los ujieres están obligados a llevarla como parte de su uniforme.

Bono, acostumbrado a las temperaturas bajas por su tendencia involuntaria a sudar, explicó que la temperatura del hemiciclo era difícil de regular. "Es probable que el primer ministro japonés vaya sin corbata al Parlamento, no sé si ante el emperador de Japón", explicó. Al salir del hemiciclo Sebastián dejó claro a los periodistas que seguiría sin corbata y dio por buena la polémica si servía para promover el debate sobre la necesidad de ahorrar energía. "Yo creo que cumplo con lo que tengo que cumplir y voy a seguir, diga lo que diga el señor Bono y el emperador del Japón", exclamó el ministro, que poco después recibió un mensaje de texto del expresidente de Castilla-La Mancha disculpándose por haberle recriminado en público su vestimenta.

"Le he mandado un ‘sms’ diciéndole que si le he molestado, lo siento, porque le doy toda la razón en que haya que controlar la temperatura, pero el asunto de la corbata es más discutible", explicó Bono en un Congreso en el que todavía reinaba el bipartidismo y, con él, una cierta uniformidad en el vestir. Todo eso ha cambiado en la actualidad.

Pero la falta de entendimiento entre ambos venía de antes. En un pleno extraordinario de julio de 2008 Bono se percató de que el ministro no llevaba corbata e hizo que un ujier se acercara a Sebastián con una de la institución. El responsable de Industria dijo que se la pondría a partir de octubre y le envió un termómetro de regalo, para que midiera la temperatura del hemiciclo. Industria recomendaba por entonces subir el aire acondicionado a los 24 grados. El plan de ahorro y eficiencia energética para el sector público diseñado por el Gobierno apuesta este 2022 por los 27 grados.