La guerra interna en el PP se recrudece por momentos y sus consecuencias imprevisibles hacen temer lo peor a sus dirigentes regionales y provinciales y a la militancia en general. Un nuevo actor ha entrado en escena, aunque de manera tangencial. Y tuvo en su tiempo relación con Castilla-La Mancha. 

Se trata del ex ministro de Justicia del gobierno de Mariano Rajoy y exdiputado por la provincia de Cuenca Rafael Catalá, que fue quien advirtió a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, del intento de espionaje a las cuentas bancarias de su hermano. Según ha publicado OK Diario este fin de semana, Catalá habría sido advertido a su vez por el detective al que supuestamente intentaron contratar desde una empresa municipal del ayuntamimento de Madrid. Es Julio Gutiez, del Grupo Mira, quien se negó a realizar el encargo y despúes avisó a Catalá, con el que mantendría una gran amistad desde hace años.

Fue el director de la Coordinación de la alcaldía de Madrid, Ángel Carromero, ya dimitido, quien inició el proceso para contratar al Grupo de detectives Mira, pidiéndoles investigar una cuenta bancaria de Tomás Díaz Ayuso, hermano mayor de la presidenta de Madrid. Querían conocer los movimientos bancarios y comprobar si había ingreso de 280.000 euros y el origen de los mismos.

Julio Gutiez, tras hacerese público el escándalo la semana pasada, explicó que se reunió con "personas enviadas por el PP", aunque no determinó nada al respecto. El detective, tras no aceptar el contrato, contactó con el ex ministro Rafael Catalá, todavía vinculado al Partido Popular, para avisar sobre lo que estaba ocurriendo. Catalá habló del asunto con la propia Isabel Díaz Ayuso y ésta se lo contó a Alberto Ruiz-Gallardón, ex presidente de la Comunidad de Madrid y también ex ministro de Justicia. Según OK Diario, Gallardón se habría interesado personalmente, pero le juraron que nadie en el ayuntamiento había encargado dicha investigación.

El secretario general del PP, Teodoro García Egea, afirmó el pasado jueves que cuando saltó la crisis por esta supuesta comisión del hermano de Ayuso, el propio Pablo Casado habló con Ayuso para pedirle explicaciones, en concreto que "hicieron averiguaciones", aunque después del tiempo transcurrido no se ha sabido realmente lo que averiguaron.

Después, la presidenta madrileña reconoció en rueda de prensa que su hermano cobró una intermediación en un negocio vinculado con la Comunidad de Madrid, que era legal y que fue declarada a Hacienda. Ella aseguró el viernes que no conocía la cuantía de la comisión (después ha dicho que pudo ser de algo más de 50.000 euros, no los 280.000 de los que se habló en principio) y se mostró extrañada en el programa de Carlos Herrera de que sí lo supieran Casado y Egea y ella no.

El conflicto parece que no ha hecho más que empezar y en el PP temen sus terribles efectos sobre el futuro electoral del plartido.