La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha abierto este fin de semana la puerta por primera vez a que su partido pueda concurrir en unas listas conjuntas con el PP a las elecciones de Andalucía, que se celebrarán en 2022. Hay un cambio importante en el posicionamiento de Cs en Andalucía que seguramente no afecta al resto de regiones, incluida Castilla-La Mancha. Al menos en principio.

"Hay que valorar cualquier cosa para reeditar el gobierno respetando que PP y Cs somos dos partidos distintos con programas electorales distintos", aseguró el sábado Arrimadas en un desayuno informativo en Sevilla. Su intención e interés es la de "reeditar el gobierno" en aquella comunidad para hacer frente a "una pinza anticambio por la izquierda y la derecha que pone en peligro el crecimiento de Andalucía".

El objetivo común del PP y Ciudadanos, según la líder del partido naranja, es "mantener el cambio" en aquella comunidad que puso fin a 37 años de gobiernos socialistas, para lo que en estos momentos sería necesario ir en listas conjuntas a las elecciones del próximo año.

Por el momento, como decimos, este planteamiento no es exportable a otras comunidades. Y a Castilla-La Mancha, posiblemente, menos aún. Aquí las circunstancias son distintas y Ciudadanos, aunque gobierna en ayuntamientos de la región indistintamente con PSOE y PP, firmó los pactos de gobierno más importantes con los socialistas. Por otra parte, aunque Arrimadas considera que sería un atraso volver a los 37 años de gobiernos socialistas en Andalucía, no parece que piense lo mismo de Castilla-La Mancha ni creemos que lamente que Emiliano García-Page, con quien se reunió hace algunas semanas, pueda reeditar su mandato la próxima legislatura.

Un hecho que diferencia sustancialmente a Andalucía de Castilla-La Mancha, a ojos de Ciudadanos, es que allí gobierna el PP y aquí el PSOE. Que allí todavía conservan la esperanza de mantener algunos de los escaños, sobre todo porque el parlamento es más amplio, y aquí posiblemente no obtendrán ninguno.

En todo caso, falta más de un año y medio para las elecciones autonómicas en Castilla-La Mancha, que se verán influidas por lo que ocurra en Andalucía o en Castilla y León si también se adelanta la convocatoria. Todo ello permitirá a los dirigentes de Cs en la región diseñar una estrategia definitiva de pactos poselectorales que en estos momentos ni están ni se les espera.