Confidencial

La razón por la que Pedro Sánchez no podrá acabar con Page aunque gane las primarias

4 mayo, 2017 00:00

Un diario digital de ámbito nacional con un alto grado de audiencia y de credibilidad ofrecía el martes una información sobre las intenciones de Pedro Sánchez de acabar con la carrera política de los seis barones regionales que están haciendo campaña en su contra. Dicho diario sostiene, citando fuentes próximas al exsecretario general del PSOE, que en caso de ganar las primarias llevaría a cabo una serie de acciones para quitar de en medio a los líderes autonómicos socialistas que se han posicionado junto a Susana Díaz, afirmando que los dirigentes territoriales se verán abocados a una pérdida de poder en sus respectivas autonomías si el modelo socialista de Sánchez resulta vencedor. Ese proceso no les resultaría fácil a Sánchez y a los suyos , si bien es verdad que su triunfo en las primarias crearía una situación tan complicada que obligaría a algunos de esos barones a rehacer sus planteamientos de futuro dentro de la organización, como el propio presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, expresó recientemente. Fuentes de su entorno apuntaron la posibilidad de que Page no se presentaría al congreso regional para renovar su cargo de secretario general de los socialistas castellano-manchegos e incluso insinuaron que tampoco sería cabeza de lista a las autonómicas de 2019. El propio Page lo desmintió horas después, pero mantuvo la idea de que con Pedro Sánchez al frente de la Secretaría Federal tendría que replantearse su futuro político.

Lo que parece claro es que el barón socialista que menos problemas tendría para continuar en su puesto sería Page. Hay un dato importante en ese sentido. En la información del digital que citamos daban el nombre de los dirigentes territoriales que Pedro Sánchez depuraría junto al de aquellos que podrían sustituirles en sus respectivas comunidades. Frente al presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, situaban al histórico Rodríguez Ibarra como la persona que lideraría el cambio; frente a Ximo Puig citaban a José Luis Ábalos y frente a Javier Lambán a Susana Sumelzo. Casi todos tienen un antagonista en sus regiones, excepto en el caso de García-Page, que no citaban a nadie. Y es que en Castsilla-La Mancha, y aquí está la clave del asunto, los potenciales aspirantes a suceder a Page están ahora en su mismo barco, remando por la causa de Susana Díaz en todas y cada una de las provincias. Los “sanchistas” no cuentan en Castilla-La Mancha con alguien con fuerza suficiente como para pensar que pueda sustituir a Page en un hipotético cambio.

En consecuencia, el problema no le vendrá al presidente castellano-manchego por vía del “sanchismo” revanchista. Lo que de verdad puede hacerle daño es que no resuelva la complicada situación que se ha creado en la región con los presupuestos y la dificultad que tiene para gobernar con garantías los dos años que quedan de legislatura. Si las cosas se complican aún más y afectan a las expectativas electorales del PSOE entonces sí que le pueden surgir aspirantes a sustituirle que se lo pondrían difícil, aunque ahora remen en su misma dirección.