En plena negociación con los sindicatos de Unicaja para intentar alcanzar un convenio laboral que satisfaga a las partes, el banco malagueño activa el proceso de búsqueda del futuro presidente sin funciones ejecutivas que sustituya a Manuel Azuaga. Superados los altibajos que desequilibraron los cimientos de la entidad meses atrás y una vez devuelta la estabilidad institucional, Azuaga ha decidido dar un paso atrás y concluir una trayectoria iniciada en 2016 como sucesor de Braulio Medel.  Así lo señalaba el banco en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV): "El señor Azuaga ha señalado que es el momento idóneo para su relevo en el cargo y poner fin a su carrera desarrollada en Unicaja Banco desde su constitución en el año 2011, y en las entidades que lo precedieron, desde 1986".

Una decisión personal que, no obstante, todavía le mantendrá en el cargo los próximos meses, hasta que el banco encuentre un sustituto que atienda también las recomendaciones del BCE. El Banco Central Europeo busca para el puesto una persona que ejerza de contrapeso al actual equipo ejecutivo dirigido por Isidro Rubiales, un papel imprescindible para la coordinación del control de riesgos, auditoría interna y el cumplimiento normativo de Unicaja. Un banco que, tras Kutxabank, ha sido considerado como el segundo con mayor solvencia de España, según el ejercicio anual de transparencia que elabora la Autoridad Bancaria Europea (EBA).

Estabilizada la gobernabilidad de Unicaja y resulta la crisis institucional en la que se ha visto envuelta el banco en los últimos meses, la entidad financiera inicia ahora la búsqueda de una persona de prestigio, con la categoría de independiente, para sentarse en su consejo de administración como presidente no ejecutivo. Un proceso para el que previsiblemente contará con los servicios de una firma cazatalentos que proponga un candidato de garantías a la Comisión de Nombramientos del banco y que satisfaga igualmente al BCE.

Un anuncio de la salida de Azuaga de Unicaja que se produce en medio de los últimos cambios en su accionariado. Un proceso que ha convertido al millonario constructor de centros comerciales, Tomas Olivo, en segundo accionista del banco -el primero es la Fundación Unicaja con más del 30% del capital- lo que da “continuidad a la pervivencia de Unicaja como entidad andaluza”, aún más con las salidas del empresario mexicano Ernesto Tinajero y del fondo Oceanwood Capital Management LLP, que aún mantiene un residual 0,35% del capital social del banco.