Pido a todos los habitantes de Talavera de la Reina y su comarca que se pongan desde ahora mismo a soplar. Se trata de una necesidad vital. Meta, la empresa matriz de Facebook, Watsapp e Instagram se ha interesado por las condiciones y las facilidades que las diversas administraciones les pueden ofrecer para instalar uno de sus centros de datos en Talavera. No se dicen los puestos de trabajo exactos que pueden traer, unos mil, pero no importa demasiado porque todo el mundo sospecha que puede ser importante. También es importante que la dinámica que en los últimos tiempos se ha dado con la ubicación aquí de algunas empresas del ámbito de la información no se pare. Cualquier aportación es importante en un caso desesperado como el nuestro. Cualquier esperanza nos vale. Aunque como casi siempre hay un problema. Uno de esos problemas que pueden ser un obstáculo definitivo para que la cosa acabe felizmente.

El de Talavera sería el centro de datos de esta empresa situado más al sur de todo el mundo. Todos los centros que tienen hasta la fecha se sitúan muy por encima de los cuarenta grados de latitud norte del centro peninsular. Están ubicados, según leo en la  información de este papel digital, en Lulea de Suecia, Clonee de Irlanda y Oense de Dinamarca, todas tierras del norte y que con permiso del socorrido cambio climático, son mucho más frescas y en donde el aire acondicionado no es precisamente una de las necesidades básicas en sus veranos.

Los maquinarios que almacenan datos al parecer se calientan. Trabajar todos los días del año acumulando todas las majaderías que soltamos en la red, es un trabajo que hace sudar no solo a los informáticos que atienden a los equipos, sino a las propias máquinas. Se calientan como se calentaban los radiadores de aquellos locos cacharros que a principios del  siglo XX comenzaron a verse por las primeras carreteras de Europa. No había otra entonces que echarle paciencia, tener a mano siempre una buena petaca de agua y reponer de vez en cuando el nivel del radiador.

Quizás lo del calentón de los equipos informáticos que ahora en la tercera década del siglo XXI mueven “la nube” o el batiburrillo en inglés en el que uno se pierde, sea un simple achaque técnico de juventud que se solucionará, como la eficiencia de los radiadores y los motores de explosión. Pero mientras tanto estos negocios prefieren las zonas de clima más bien frío, que las de más bien cálido. Alguna desventaja tenía que tener gozar de sol y buen tiempo y vender paquetes turísticos envueltos en clima ideal.   

Así que todos los que vivimos en Talavera o su comarca ya nos podemos poner a soplar al unísono para enfriar los equipos y que, como desgraciadamente ya ha ocurrido otras veces el centro de datos vuele y se quede en lo que tantas veces ha ocurrido. A soplar tocan. Y cuanto más fuerte y todos a una mejor.