A Sandrina le debe estar agradecida la dirección de Castilla La Mancha Media con Carmen Amores al frente. Toda España se ha enterado de que existe “A tu vera”, gracias a ella. Claro, que los defensores de la copla española alegarán, que si la copla, el concurso y los participantes van a ser conocidos esto, es mejor no ser conocidos.

Que hablen de uno aunque sea mal, dirán otros. Sandrina, su “Triniá” y su desmayo de dramón romántico de los de Echegaray, han sido por unos días la noticia viral que ha recorrido televisiones, radios y papeles digitales. Nunca antes “A tu vera”, Sandrina y Alicia Senovilla se vieron en otra, aunque fuera a su pesar. Ahora solo falta que a Sandrina la fichen para un “reality” de esos que abundan en las televisiones españolas y se gane a la audiencia, que es de lo que se trata, a base de desmayos, vahíos y coplas de las de doña Concha Piquer. Claro que en lote tenía que entrar la madre y la familia para montar el bochinche cuando la cosa se tuerza y se le vaya el santo al cielo con una letra que juraba saberse entera: su “que me la sé entera”, promete convertirse en una de esas frases con copyright, y algo es algo.

A uno le pasó lo que a tantos. No vio "A tu vera" aquella noche, pero le ha sido imposible no rendirse a ver la actuación frustrada, ante la avalancha de medios contando lo que unos denominan esperpento folklórico y otros ataque de nervios familiar. El caso es que Sandrina se ha metido en nuestras vidas como si hubiera por fin ganado el festival de Eurovisión que se resiste desde los buenos tiempos mozos de Massiel y Salomé. Algo habrá que inventar. Estoy seguro que Sandrina puede dar mucho juego por esas televisiones de dios a base de bata de cola, coplas de las de toda la vida y desmayos y que guionistas y creadores están a estas horas valorando el potencial de Sandrina y sus palmeros.

Yo sé que en CMM se toman muy en serio esto de los concursos de cante, copla y descubrimiento de nuevos talentos, y mucho más en serio se lo toman los participantes y los familiares de los artistas dispuestos a formar un quilombo cuando el artista se queda en blanco, pero a Sandrina, aunque solo sea por su desmayo, por su “que me la sé entera” y por haber descubierto a media España "A tu vera", merece, como aquel remedo en tremendo y grana de El Cordobés que fue Blas Romero "El Platanito", otra oportunidad.