Buenos Humos

Ya hay fecha de reconciliación para los presupuestos de Castilla-La Mancha

21 abril, 2017 12:40

Que nadie se ponga nervioso porque lo de los presupuestos regionales está más que hecho. Como los del Estado, sólo es cuestión de esperar y de tener paciencia. En el mes de julio, o todo lo más tardar la primera quincena de agosto habrá foto de reconciliación del matrimonio que hace sólo una semana parecía irremisiblemente roto, pero que cada día que pasa se convence de que no hay otra alternativa. Page y García Molina se necesitan mutuamente como esos matrimonios que tienen claro que el mercado no mejorará a ninguno de ellos. Por lo pronto una de las partes ha pasado de llamar a la otra mafiosa a admitir que en buena lógica una de las tres salidas que tienen los cónyuges airados es volver a empezar. Las otras dos, elecciones anticipadas y alianza con el PP, entran dentro del principio general que rige la lucidez de la soltería: lo que viene no conviene y lo que conviene no viene. Así que en julio, cuando Almagro esté en pleno auge, se volverá a representar el tercer acto y definitivo de esta comedia de enredo en la que por dos veces a Page le ha tocado el papel del viejo cornudo y a Molina el de la dudosa doncella ligera de cascos. Habrá tercera vez. Eso sí la próxima ruptura la escenificará García-Page diciendo aquello de “con estos no se puede ir a ningún lado”.
 
En julio se aprobarán los últimos presupuestos del matrimonio de conveniencia: los de 2018 serán prorrogados y los del año siguiente los aprobará quién gobierne en 2019, ya veremos si antes o después de mayo, que es cuando toca. A Page se la han colocado dos veces, pero no se dejará una tercera. Nada es igual el día después tras una infidelidad y mucho menos cuando la cosa se repite con alevosía y regodeo. Ahora no le queda otra que tragar y esperar a que el horizonte se despeje en Podemos y en su propia casa. El tiempo que se han dado mutuamente les viene a los dos al pelo porque ya tienen bastante con lidiar con el lío que tienen montado en su propia casa: Molina desactivando a Llorente y sus  anticapitalistas, Page en las rogativas y en la sacristía de la Secretaría de Organización purgando censos y allanando el triunfo de Susana. Los dos resolverán casi todo a finales de mayo, porque todavía a Page le quedará el congreso de su partido en junio. Además, el PP regional, con Mariano Rajoy marcando la misma secuencia de ritmo cansino con sus presupuestos, se queda sin una posible pancarta con la que machacar al adversario.
 
Habrá reconciliación, pero los terceros cuernos no se los pondrá a Page el tercero de los Molina. El tiempo dirá.