Castilla-La Mancha fue el pasado año uno de los territorios del país que registró un saldo positivo mayor en el traslado de sede social de empresas entre comunidades autónomas. Según el de Anuario Mercantil del Colegio de Registradores España, la región castellano-manchega anotó en 2023 un total de 289 traslados de sede, frente a 252 salidas, lo que representa un saldo neto positivo de 37 empresas, tan solo superado por el de la Comunidad de Madrid, con 44.

En cuanto al resto de traslados de sede social entre comunidades autónomas en 2023, los datos son heterogéneos, produciéndose movimientos en cualquier sentido, según recoge la estadística transaccional de las principales operaciones societarias que se inscriben en los Registros Mercantiles del país. En la parte positiva, Madrid presenta un saldo a favor de 44 sociedades, seguido de Castilla-La Mancha y de Galicia, también con 37, y la Comunidad Valenciana y Canarias con 35.

En sentido contrario, Cataluña presenta un saldo negativo de 160 sociedades, liderando de nuevo la fuga de empresas hacia otros territorios. En este caso la crisis política, institucional y social a que dio lugar el procés provocó en octubre de 2017 la salida de Cataluña de cientos de empresas, que se ha ido prolongando en años posteriores, sumando miles desde entonces. Entre ellas Banco Sabadell, CaixaBank, Naturgy, Colonial, Abertis o Cellnex. A continuación de Cataluña, figuran con saldo negativo Castilla y León con 28 y Murcia con 18 empresas menos.

Constitución de Sociedades

La constitución de sociedades mercantiles en 2023 aumentó en España un 8,8 % sobre 2022. En años anteriores, hasta 2019, se constituían en torno a las 95.000 operaciones, con un descenso importante en 2020, afectado por la pandemia. Con el dato de 2023 se superan por tercer año consecutivo las 100.000 operaciones, cifra solo alcanzada en 2016 durante la última década, aunque todavía permanece muy por debajo de sus máximos históricos, situados alrededor de las 150.000 constituciones en el año 2006.

En lo referente a la composición sectorial de actividad de las nuevas empresas, un 42,8 % de las nuevas constituciones se reparten prácticamente por igual entre comercio y otros servicios (no financieros, inmobiliarios o de comunicaciones), un 11,3 % pertenecen al sector de la hostelería, frente al 10,9 % que representaba el año anterior; y un 24,4 % (23,7 % en 2022) se lo reparten la construcción y los servicios inmobiliarios, que ocupan casi una de cada cuatro sociedades mercantiles creadas.