La Denominación de Origen Protegida (DOP) Azafrán de La Mancha ha pedido este lunes un plan específico para evitar "la extinción" de este cultivo emblemático en Castilla-La Mancha y en España. Su presidente, Carlos Fernández, ha analizado la "situación crítica" que vive el sector en una rueda de prensa con motivo del comienzo de la campaña de recogida en la que además ha demandado una inversión de 18,5 millones de euros en cinco años como tabla de salvación.

Fernández ha analizado la foto fija de un sector que arrastra problemas estructurales al tratarse de "un cultivo famliar que no se ha mecanizado y débil en cuanto a la producción". A estos problemas, en los últimos años se ha añadido el componente climático "por la reducción de la floración debido al aumento de las temperaturas, sobre todo a mitad de junio y en la época otoñal."

La consecuencia de todos estos factores ha sido una acusada disminución tanto de productores como de producción. En 2018, se alcanzó una producción de 903 kilos y un rendimiento de 6,81 kilos por hectárea, mientras que en 2021 la producción se redujo a 346 kilos y su rendimiento apenas alcanzó los 3 kilos por hectárea. Esta merma en el cultivo se traduce en un "desabastecimiento del mercado que nos deja fuera de juego", reconocía Fernández, y del que se aprovechan otros países productores como Grecia. 

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Contra esta deriva, la DOP Azafrán de La Mancha reclama a la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural un plan integral dirigido al sector que calculan en 18,5 millones de euros y que se desarrollaría en cinco años hasta llegar a las 500 hectáreas de cultivo. Esta estrategia estaría dirigida, fundamentalmente, a tres pilares: la protección de los colmos, la incorporación de nuevos productores y la mecanización en el proceso de transformación.

Respecto a los colmos, el presidente de la DO reconocía que "necesitamos su certificación para evitar problemas sanitarios" porque ahora mismo "la semilla está desprotegida". En este sentido, Fernández ponía el ejemplo de un productor que "invierte 50.000 euros en el cultivo de una hectárea de azafrán, pero que sin una garantía sanitaria, podría perder toda su inversión" por la presencia de patógenos. 

En cuanto a la profesionalización, piden medidas de incentivación del cultivo como la inclusión del cultivo en los PDR de la PAC, o ayudas como las que está llevando a cabo en Andalucía, una comunidad que "representa no más del 3% de la producción nacional de azafrán y ofrece hasta 60.000 euros a los productores que se incorporan al cultivo, casi el triple que Castilla-La Mancha".

En este plan, también entrarían las inversones en investigación y desarrollo necesarias para la transformación de la materia prima que hoy en día se reduce a la monda manual de las hebras. 

Para conseguir la salvación del azafrán, la DO ha pedido a la Consejería que "nos escuchen porque a lo mejor la siguiente rueda de prensa que tenemos que dar es para lamentar que el azafrán de La Mancha ha desaparecido", se lamentaba Fernández.

Pese a la complicada coyuntura, el presidente de la DO ha reconocido que justo antes de que el consejero Francisco Martínez Arroyo fuese intervenido de urgencia por un problema médico, "íbamos a reunirnos para tratar este problema".

"Es un cultivo rentable pero limitado"

Carlos Fernández ha estado acompañado en la rueda de prensa del gerente de la DO Azafrán de La Mancha, Pedro Manuel Pérez, quien ha incidido que a pesar de todo el azafrán es uno de los cultivos más rentables de la región por el valor de mercado que posee. "Desde hace mucho tiempo, el azafrán español y por tanto el azafrán de La Mancha, es nuestro producto agroalimentario con mayor prestigio internacional. Todo el azafrán que se produce se vende. Si este año tuviésemos 2.000 kilos de producción, os aseguro que se vendería 'como un tiro'".

Por eso, precisaba que la solución pasa por "cambiar de mentalidad y pensar en el azafrán como sector agrario, al igual que pueda serlo el olivar o el pistacho".