El vicepresidente primero del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, ha asegurado que si se aprueba el nuevo objetivo de déficit del Gobierno de Pedro Sánchez los más de 80 millones de euros que podrá gastar Castilla-La Mancha irán destinados "en la práctica totalidad" a políticas sociales. En declaraciones a los medios durante la visita este jueves a un rodaje en Cuenca, Martínez Guijarro ha señalado que no se trata de una "inyección de dinero que nos haga el Estado, sino que nos permite gastar 80 millones más".

El vicepresidente ha asegurado que el gobierno de Castilla-La Mancha quiere "seguir avanzando en la recuperación de derechos y servicios públicos", por lo que esos 80 millones irán destinados de forma casi íntegra a "política social". "Si se cumple todo lo previsto del incremento de los objetivos de déficit para la comunidad autónoma, y se aprueban los Presupuestos Generales del Estado y tenemos la financiación correspondiente, irán destinados a política social", ha manifestado Martínez Guijarro.

El Gobierno regional mostró ayer su apoyo a la propuesta del Ejecutivo central elevada al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) de incrementar dos puntos el objetivo de déficit. Ese nuevo objetivo supondría un ingreso adicionado de unos 87 millones de euros para Castilla-La Mancha.

Reacciones políticas

Ante esta situación, el portavoz adjunto del grupo parlamentario popular en las Cortes de Castilla-La Mancha, Carlos Velázquez, ha tachado de "incoherencia y doble moral" que el Gobierno regional de Emiliano García-Page apoye el nuevo déficit después de llevar tres años reclamando 1.000 millones de euros para la región y ahora se "conforme" con 87.

En la rueda de prensa ofrecida este jueves en el Parlamento autonómico, Velázquez lamentado el "conformismo" del Ejecutivo castellano-manchego y ha considerado que es una "desvergüenza" que a pesar de ello pida al PP que vote a favor de esta medida en el Congreso de los Diputados. Asimismo, ha recordado que el Gobierno regional ya cuenta con 1.000 millones de euros más con respecto al último presupuesto de la anterior legislatura, pero ha criticado que no está destinando este margen presupuestario ni a la sanidad ni a los servicios sociales ni a la educación, tal y como había prometido.

En este sentido, ha manifestado que "no se sabe con certeza a qué lo está dedicando pero sí se tiene la certeza de que no lo ha destinado a aquello que prometió", porque "no ha mejorado ni un ápice" ni la educación ni los servicios sociales ni la sanidad. Por ello, el PP se ha preguntado "para qué quiere el dinero" el Ejecutivo presidido por Emiliano García-Page, y ha afirmado que una parte lo ha dedicado a "contratar asesores", a gastos superfluos y a incrementar infraestructuras con nuevas vicepresidencias, direcciones generales e incluso consejerías, así como al "autobombo" y a "lavar la imagen" de un Gobierno "desnortado, sin rumbo y que no presenta un proyecto ilusionante "quizás por pactar con Podemos".

Por su parte, la portavoz regional del PSOE, Cristina Maestre, ha reprochado al Partido Popular que ahora exija al Gobierno autonómico que pida 1.000 millones de euros más para la región pero siempre haya rechazado el debate sobre la financiación autonómica mientras el PP estaba en el Gobierno central. En rueda de prensa, Maestre se ha referido a las críticas del Partido Popular y a la "incoherencia" que le ha achacado al PSOE porque el Ejecutivo castellano-manchego ha apoyado el nuevo déficit "conformándose" con 87 millones de euros.

La también vicesecretaria del PSOE regional ha señalado que la formación a nivel regional y también el Gobierno siguen solicitando una financiación "justa" para la comunidad autónoma y que no han renunciado a ese debate que quieren que se lleve a cabo "en esta legislatura o en las siguientes".

Eso, para Maestre, es mantener la coherencia, mientras que ha replicado al PP que incurre en "50.000 incoherencias" cada día, desde pedir más profesionales sanitarios después de haber "promovido una privatización masiva de los hospitales de la región", hasta pedir también más y mejor educación tras despedir a 2.000 profesores en la anterior legislatura. Incoherente es, según la portavoz socialista, pedir más recursos y al mismo tiempo rechazar la flexibilización del déficit, así como pedir ahora el fin del trasvase después de que su presidenta regional y exministra, María Dolores Cospedal, autorizara un trasvase tras otro desde su puesto en el Consejo de Ministros sabiendo que perjudicaba con ello a Castilla-La Mancha.