Al Conquense le pasó mucha factura en Cornellá su mal inicio de partido. Y es que los blanquinegros encajaron dos goles muy pronto y luego tuvieron muy complicado reponerse. Aunque lo hicieron en el juego, no pudieron perforar la meta local hasta los compases finales, cuando ya era muy tarde para rescatar, al menos, un punto. 

Prácticamente en una de las primeras jugadas del partido se adelantó el cuadro catalán. Gaspar entró con facilidad por el costado derecho y sacó un buen centro al corazón del área. Allí saltó más que nadie el Carlos Esteve para cabecear a la red el 1-0 sin oposición por parte de la defensa blanquinegra. 

A partir del gol mejoró ligeramente el Conquense. Tuvo más la pelota y pareció dar un paso adelante el cuadro visitantes, pero en el minuto 20 se llevó un varapalo más. En esta ocasión fue en una jugada trenzada desde atrás con una buena pelota en profundidad por la banda izquierda. Tras un pared, el balón acabó con un servició al corazón del área conquense, donde Gaspar apareció libre de marca para anotar el 2-0. 

A partir de entonces, el Cornellá adoptó un rol más defensivo y dejó hacer a un Conquense que tuvo muchas dificultades para llegar a la portería contraria. Tenían la pelota, pero los de Luis Ayllón carecían de la profundidad necesaria para hacer daño al contrario. 

Reacción tardía

En la segunda mitad, se mantuvo el guión del tramo final de la primera. De nuevo el Conquense amasó la pelota sin problemas, pero al contragolpe el Cornellá daba serios avisos de que podía matar el choque. De hecho, bien pudo hacerlo Eloy Gila, que recibió un buen balón dentro del área en el minuto 83 y con dos movimientos típicos de delantero habilidoso consiguió armar un disparo a la media vuelta que desbarató Marqueta. 

No desistió en ningún momento el Conquense, que se lanzó a tumba abierta en los últimos minutos, El 2-1 pudo llegar antes, en alguna ocasión de mérito para los visitantes, pero no fue hasta el 92 cuando Adhibe recortó diferencias. Un centro chuto de Jon Vega le valió al ariete para meter la puntera y limar distancias, pero la reacción se quedó en nada porque no quedaba tiempo para completarla.