Imagen de archivo de un grupo de alumnos durante un examen de ingreso a los estudios universitarios.

Imagen de archivo de un grupo de alumnos durante un examen de ingreso a los estudios universitarios. Europa Press

Educación y Universidad FORMACIÓN

Solo uno de cada cuatro vecinos de Castilla-La Mancha tiene estudios superiores, el dato más bajo de España

La brecha con la Comunidad de Madrid roza los 15 puntos porcentuales y se aproxima a los 20 en el caso del País Vasco.

Más información: Tres de cada diez estudiantes de 15 años en Castilla-La Mancha realizan cursos inferiores a los que les corresponderían

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El 25,9 % de la población castellanomanchega mayor de 16 años tiene estudios superiores, una categoría que incluye las titulaciones universitarias y los ciclos formativos de grado superior. Se trata de la comunidad española con la tasa más baja: solo la ciudad autónoma de Ceuta (20,8 %) empeora el registro.

La brecha entre Castilla-La Mancha y el País Vasco (45,3 %), la región que sale mejor parada en la clasificación que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE) con estimaciones del cuarto trimestre de 2023, roza los 20 puntos porcentuales.

Asimismo, el dato de Castilla-La Mancha queda por debajo del de otros territorios limítrofes y con características socioeconómicas similares. Las comunidades autónomas de Extremadura (27,1 %), Murcia (27,3 %) o Castilla y León (31,7 %) muestran una situación comparativamente más halagüeña.

Más allá de la excepción que supone la Comunidad de Madrid (40,7 %), la distribución territorial de los graduados superiores reproduce la tradicional brecha socioeconómica entre el norte y el sur de España. En todo caso, y entre las regiones meridionales, Castilla-La Mancha lamenta un dato aún peor.

La posesión de diplomas universitarios tiende a relacionarse con los emolumentos percibidos: como norma, la obtención de estudios más altos se traduce en sueldos más jugosos. Por tanto, la falta de egresados se apunta como una de las causas que explica el menor salario medio de Castilla-La Mancha respecto al promedio nacional, también de las pensiones de los trabajadores ya retirados, igualmente por debajo de la media del país.

El magro número de titulados superiores de la región anticipa problemas para la cobertura de ciertos puestos de trabajo de alto valor añadido. Además, se anticipa como un posible lastre para el desarrollo de determinadas iniciativas empresariales.

Acercar la universidad

El acceso a la universidad se popularizó en España a partir de la década de los sesenta del pasado siglo, aunque la región no dispuso de una institución académica de estudios superiores en su territorio hasta 1982, fecha de fundación de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).

La proximidad de los diferentes campus repartidos por el territorio autonómico, así como la presencia de la Universidad de Alcalá (UAH) en Guadalajara (y la porosidad con Madrid y su decena larga de universidades) ha propiciado un acceso más voluminoso a las etapas postreras de la carrera formativa.

El incremento de graduados en enseñanzas superiores se adivina como un objetivo fundamental para la región. La gratuidad de la primera matrícula en la UCLM, una medida que ha entrado en vigor este mismo curso, apunta en esa misma dirección.

Del mismo modo, las administraciones públicas se afanan por prestigiar la formación profesional, un camino educativo con buenos (y rápidos) resultados de empleabilidad.

Al mismo tiempo, cabe reseñar cómo durante décadas, y muy significativamente en los primeros años del siglo XXI, la región ha lamentado un volumen muy cuantioso de abandono escolar temprano. Esta triste realidad, sin embargo, se ha atenuado en los últimos cursos.

Tampoco deben obviarse las evaluaciones externas sobre el control de la calidad de la educación en la región. La última edición del Informe PISA sitúa a Castilla-La Mancha por debajo del promedio nacional en las tres destrezas que pondera: ciencias, habilidad lectora y matemáticas.

En todo caso, la mirada optimista a esta clasificación se concreta en unos resultados más favorables que los de otras regiones. En paralelo, el aumento sostenido de alumnos con el graduado escolar, esto es, con el título de secundaria, y el bachillerato en Castilla-La Mancha auguran un escenario más favorable en años venideros.