Huesos de una treintena de individuos -entre ellos niños y neonatos- o elementos de bronce como botones, gemelos, medallas o crucifijos han sido algunos de los hallazgos realizados por el equipo de arqueólogos que ha estado trabajando durante los últimos seis meses en el Paseo de la Libertad de Albacete tras la aparición de los primeros restos óseos durante unas obras de Aguas de Albacete.

Los trabajos de renovación de las redes de abastecimiento de agua potable y de saneamiento, a la altura del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, podrán ser ahora retomados al haberse dado por finalizada la excavación desde el servicio de Patrimonio de la Delegación de Educación, Cultura y Deportes de Albacete.

Vinculados al Convento de San Agustín

Según ha informado Aguas de Albacete, el equipo de arqueólogos locales han localizado durante estos meses los restos de una treintena de individuos en posición anatómica, entre los que se incluyen varios infantiles y neonatos, a los que se sumarían restos óseos localizados en varios osarios.

Además, se han recuperado elementos metálicos en bronce como botones, gemelos, medallas o crucifijos, que formaban parte del ajuar o de la vestimenta de los individuos inhumados, así como pulseras de pasta vítrea y alfileres provenientes de mortajas.

Los restos encontrados están asociados al antiguo Convento de San Agustín, una edificación que formó parte del entramado urbano de Albacete desde 1576 hasta 1834, momento en el que se desamortizó dicho edificio y el conjunto pasó a albergar la Real Audiencia, germen del Tribunal de Justicia.

Zona de necrópolis

En la excavación también se ha localizado una amplia zona de necrópolis, bajo la cual se han hallado estructuras como muros y pavimentos, que por cronología y ubicación pertenecerían al propio convento o a alguno de los edificios anexos o dependientes de este.

Bajo los niveles de enterramientos se han excavado dos fosas basureros en las que se ha recuperado un volumen alto de material cerámico y fauna, lo que permitirá tener una imagen más clara de los hábitos de vida y alimentación en el convento durante los siglos XVII y XVIII.

Una vez finalizado el trabajo de excavación, el equipo de arqueólogos está inmerso en el proceso de documentación e inventariado de materiales, que ayudará a entender mejor cómo era el Albacete de aquellos siglos.

Tras esta fase de inventariado, tanto el material cerámico como los elementos metálicos y los restos óseos serán depositados en el Museo de Albacete, tal y como Aguas de Albacete ya hiciera con las tinajas halladas durante los trabajos de renovación de redes en la calle Albarderos.