Carlo Ancelotti masca chicles en la banda del Benito Villamarín.

Carlo Ancelotti masca chicles en la banda del Benito Villamarín. REUTERS

Fútbol REAL BETIS - REAL MADRID

El Madrid es imbatible: las razones por las que Carlo Ancelotti está "satisfecho" con un empate

El conjunto blanco no pudo ganar en el Benito Villamarín, pero el técnico italiano se mostró muy contento con la situación y el rendimiento del equipo.

9 diciembre, 2023 21:03

Carlo Ancelotti tenía muy claro el mensaje que quería mandar desde la sala de prensa del Benito Villamarín después del empate del Real Madrid ante el Real Betis. "Estoy satisfecho porque no se pueden ganar todos los partidos y porque hasta ahora lo hemos hecho bien", espetó el italiano sin vacilar ni un solo instante ante las insistentes preguntas sobre la valoración del encuentro.

No es para menos. Es cierto que Ancelotti dirige a un equipo que precisamente está hecho para ganar todos los títulos, pero en el camino debe haber inevitablemente algunos pinchazos e incluso altibajos. Las temporadas son muy largas y mantener un pico de forma alto durante todo el año resulta imposible, y eso que el Real Madrid se encuentra en un gran momento pese al empate de este sábado.

La imagen que dejaron los blancos no fue ni mucho menos mala. Disputaron de tú a tú un partido precioso ante un equipo que en su casa le mete mucha intensidad y siempre plantea problemas, y si hubieran tenido algo más de puntería incluso podrían haberse llevado la victoria. 

Ancelotti se saluda con Manuel Pellegrini.

Ancelotti se saluda con Manuel Pellegrini. REUTERS

Por eso, y porque el rumbo en esta primera mitad de la temporada está siendo muy firme en el Real Madrid en todas las competiciones, Ancelotti quiso lanzar un mensaje de cautela y de confianza, haciéndoles ver a sus futbolistas que ciertos traspiés son parte del camino hacia el éxito. 

Las razones para la tranquilidad

Es cierto que el Real Madrid tenía una ocasión de oro para meterle presión a sus dos máximos perseguidores, el Girona y el FC Barcelona. Ambos equipos se enfrentan este domingo en Montjuïc y como mínimo uno de ellos, si no los dos, se dejarán puntos por el camino. Por eso, un triunfo de los blancos podría haber supuesto un estirón importante en la clasificación para empezar a esclarecer un poco más las cosas. 

El punto conseguido en el Villamarín, sin embargo, sirve para que los blancos sigan al frente de la clasificación a la espera de que el Girona no gane al Barça. Es decir, que como poco al término de esta jornada el Real Madrid al menos seguirá en la pelea y en el peor de los escenarios a dos puntos del líder, a tiro de piedra.

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Esta temporada se ha colado el Girona en la lista de invitados a pelear por el título, al menos de momento, pero sobre todo el Real Madrid puede presumir de sacarle 5 puntos de ventaja al Barcelona y 8 al Atlético de Madrid, rentas a tener en cuenta con los dos principales rivales que cada temporada parten como las grandes amenazas.

Por si fuera poco, en La Liga el Real Madrid es el equipo más goleador empatado con el Girona pese a que se ha llegado a hablar de ciertos problemas para ver puerta, y sobre todo es el menos goleado pese al tanto encajado en el Villamarín. La seguridad defensiva de los merengues, precisamente en el año en que Courtois está lesionado de gravedad, es uno de sus puntos fuertes. 

De hecho, es el Real Madrid más contundente en defensa de este milenio y de los últimos 32 años, ya que desde la campaña 1991/1992 los blancos no presentaban unos registros así a estas alturas del curso. 

La Champions y Bellingham

Más allá de La Liga también hay mucha vida para el Real Madrid. En la fase de grupos de la Champions League, se puede decir que los de Ancelotti casi se han paseado porque ya están en los octavos de final a falta todavía de una jornada por disputarse. 

Cinco victorias europeas en los cinco encuentros jugados avalan el trabajo de los merengues también en el viejo continente, y eso que han tenido rivales de la talla del Nápoles. La trayectoria es, por lo tanto, incontestable. 

De hecho, hay que mirar ya más de dos meses atrás en el calendario para ver la última derrota del Real Madrid (y la única) en lo que va de temporada. Fue el 29 de septiembre en el Metropolitano ante el Atlético de Madrid, pero desde entonces los blancos no han vuelto a doblar la rodilla ante ningún rival. Los números son de equipo imbatible. 

Bellingham celebra su gol en el Villamarín.

Bellingham celebra su gol en el Villamarín. REUTERS

Es normal que Ancelotti pida calma por un simple empate, teniendo en cuenta que es tan sólo el tercero de La Liga y que la situación en todas las competiciones es absolutamente envidiable. No se pone nervioso el italiano por dejar pasar un encuentro y es inteligente al poner en relieve el trabajo que están realizando los suyos.

Gran parte del mérito, además, es suya, entre otras cosas por mover las piezas del puzle y encajar a Bellingham de una manera ideal. El inglés volvió a ser clave en el último encuentro contra el Betis. Quizás no brilló tanto en el juego como en otras ocasiones, pero de nuevo se vació sobre el campo y sobre todo marcó el gol que en ese instante ponía en ventaja al Real Madrid. 

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Está tocado por una varita mágica, pero en ello tiene mucho que ver la pizarra de Carlo Ancelotti. Ha modificado su sistema habitual para encontrar la mejor forma de dar entrada a su nueva estrella, alguien que ha desbordado las mejores previsiones goleadoras del más optimista.

Por todas estas razones parece lógico que Ancelotti diga que está contento después de un empate ante el Betis en el Villamarín. Todos estos motivos justifican que el entrenador cuente que "salimos contentos porque tenemos el liderato". Ancelotti sigue sumando.