El partido de la jornada 35 de La Liga entre el Real Madrid y el Valencia se vio empañado por un nuevo lamentable episodio racista en el que Vinicius fue otra vez la víctima. El choque tuvo que ser detenido por el colegiado De Burgos Bengoetxea durante casi diez minutos ante estos insultos, además localizados, que recibió el futbolista del Real Madrid. 

Todo sucedió al paso por el minuto 70 de partido, con el Valencia, que se está jugando no caer a Segunda División, ganando por 1-0. El Real Madrid trataba de buscar el empate y en una jugada de ataque de los blancos, en la que Vinicius esperaba dentro del área la puesta en marcha de un balón parado, se produjeron estos insultos racistas. 

El jugador del Real Madrid escuchó estos ataques procedentes desde el fondo de Mestalla en el que atacaba el conjunto blanco y enseguida localizó a la persona que le lanzó estos insultos. El brasileño se encaminó hacia la grada y señaló claramente a quién le había insultado mientras que varios futbolistas trataban de apartarle de la grada. Sin embargo, Vinicius no estaba dispuesto a aceptar otro episodio de este tipo en La Liga.

El desencadenante

Toda esta polémica se desencadenó cuando, en un ataque del Real Madrid en el que Vinicius trataba de desbordar cerca del área, el defensa del Valencia Comert le lanzó un segundo balón que se encontraba dentro del terreno de juego para evitar deliberadamente el ataque. Ahí los ánimos de Mestalla se caldearon, y el colegiado ya tuvo que solicitar que realizaran un primer aviso por megafonía para que no se lanzaran objetos.

Eso, sin embargo, no rebajó la tensión. El Real Madrid gozó de una falta entonces a favor y todos los jugadores esperaban en el área a que el juego se reanudara. En esas, llegó este nuevo episodio de racismo que vuelve a sacudir a Vinicius y a La Liga.

Vinicius se revolvió entre la marabunta de jugadores y, después de discutir con Gayá, se dirigió directamente a la grada señalando con el dedo índice a una persona en concreto. La primera reacción del resto de jugadores fue separar al brasileño de la grada, aunque posteriormente sus compañeros le secundaron en el momento de indicar quién era el culpable de esos insultos racistas.

Vinicius lo tenía muy claro. Sabía quién le había insultado y no estaba dispuesto a tolerar a que, por enésima vez esta temporada, tuviera que sufrir este tipo de actos racistas en un campo de fútbol de La Liga. De nuevo, De Burgos Bengoetxea tuvo que parar el partido y pedir por megafonía que pararan inmediatamente esos insultos, algo que incluso podría acarrear la suspensión del choque.

Más lío

El encuentro se reanudó pero los ánimos estaban realmente caldeados. De nuevo se montó otra trifulca en la que se vieron involucrados prácticamente todos los futbolistas de ambos equipos. Empujones, agarrones, bofetadas y hombres por el suelo que, tras un arevisión de VAR, terminaron con Vinicius expulsado.

No se quedó ahí la trifulca. Mientras el brasileño se marchaba a los vestuarios casi fuera de sí, hizo claramente el gesto de "A Segunda", con un dos en su mano y haciendo un gesto de descenso, dedicado a todo Mestalla. Aquello encendió todavía más a todo el Valencia. Marchena saltó desde el banquillo, al igual que otros componentes, y se formó otra marabunta brutal en la línea del centro del campo. Finalmente, reinó la paz y Vinicius enfiló el camino de los vestuarios.