Bernardo Silva se encuentra concentrado con la selección de Portugal en el Mundial de Rusia 2018 tras completar su primera temporada en el Manchester City. El extremo derecho llegó a cambio de cincuenta millones procedente del Mónaco el pasado verano, y ha firmado nueve goles y once asistencias en 53 partidos.

En una entrevista concedida a The Player Tribune, el jugador de 23 años ha destacado el buen ambiente que reina en el vestuario del conjunto inglés: "A pesar de que éramos campeones de la Premier League, ir a entrenar todos los días era como cuando eras un niño, cuando solo te divertías. Eso es bastante raro en el fútbol, ​​creo".

MÁS PORTUGUESES PARA EVITAR LAS BROMAS

Sin embargo, Bernardo Silva ha tenido un curioso inconveniente en su estancia como citizen: "El problema es que ahora soy el único portugués en el equipo. Estoy rodeado de los brasileños, los españoles, los ingleses y piensan que es divertido hacer bromas sobre mí en Instagram. Han atado mis botas al techo, me han arrojado a la piscina con toda mi ropa puesta...".

El encargado de recoger en vídeo todas estas jugarretas para después publicarlas en las redes sociales es Benjamin Mendy, lateral izquierdo francés que coincidió con Bernardo Silva en el Mónaco. De hecho, el portugués fue quien le convenció para fichar por el club británico: "El día que firmé con City, envié un mensaje a los chicos de Mónaco y les dije: "Ya terminaron. ¿Cuándo se unen a nosotros?'", y Mendy dijo "¡Hombre! ¡Tengo que venir también!"".

Es por ello que en la citada entrevista, Bernardo Silva ha solicitado, a modo de broma, que su entrenador, el catalán Pep Guardiola, fiche más jugadores portugueses. De esta forma, el extremo tendría más apoyo en el vestuario y no sería el objeto de las bromas de sus compañeros. Cabe recordar que Cristiano Ronaldo, el mejor jugador luso de la actualidad -y posiblemente de la historia- puso en duda su futuro en el Real Madrid. ¿Podría ser el City su próximo destino?