El Real Madrid de baloncesto se enfrenta a uno de los ambientes más caldeados que haya podido encontrarse en su historia. La atmósfera en Belgrado siempre ha sido categorizada como un infierno, pero este martes (20:30 horas) lo será todavía más. Los hinchas del Partizan estarán encendidos por la pelea que ocurrió la pasada semana en el WiZink Center entre jugadores de uno y otro equipo.

La organización ya actuó y castigó a los principales responsables de la salvaje batalla campal que se desató en Madrid. La mayor sanción, de cinco partidos, fue para Gerschon Yabusele por su peligrosa llave a Exum. Gabriel Deck (1 partido de sanción), por parte del Real Madrid, y Kevin Punter (1) y Mathias Lessort (1), del Partizan, fueron los otros suspendidos por la Euroliga.

Sin embargo, esto no ha sido suficiente para los calientes hinchas del Partizan. El Madrid aterrizó en Belgrado este lunes, con la expedición blindada hasta los dientes, y fue recibido en la carretera durante su camino al hotel con pancartas intimidantes: "No se duerme", decía una de ella. El resto eran insultos hacia el equipo y Deck, quien viajó porque podría jugar el jueves en caso de haber un cuarto partido.

Pancartas que recibieron al Real Madrid en Belgrado

El blindaje del Real Madrid

El Real Madrid, como adelantó el medio israelí Walla Sport, solicitó medidas extraordinarias de seguridad. Su visita a la capital serbia, que se puede extender durante más de tres días -hasta la madrugada del jueves-, supone un riesgo extremo. Por ello, el equipo de Chus Mateo se entrenó este lunes por la mañana en Valdebebas y cogió un vuelo chárter a la tarde para alargar lo máximo posible su desplazamiento.

Durante todo el tiempo que el Madrid pase en Belgrado, el estado de alarma estará activado. El club pidió que un autobús recogiera directamente al equipo en el aparcamiento de aeronaves del aeropuerto para, así, no pasar por la terminal. Un dispositivo policial le escoltará en los desplazamientos, como ocurre siempre, pero esta vez estará reforzado.

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Ya en el hotel, habrá seguridad durante las 24 horas del día y hay recomendaciones para toda la expedición. A los jugadores que, directamente, no salgan del complejo para evitar ser reconocidos y al resto de la expedición que, si salen a dar una vuelta, lo hagan sin ropa ni simbología del Real Madrid.

De cara al tercer partido y al hipotético cuarto, el Madrid solicitó que se reforzara la seguridad desde su llegada al Stark Arena y alrededor del banquillo. El pabellón del equipo serbio (con aforo para 20.000 personas) estará a rebosar tras colgar el cartel de sold out en cuestión de horas. El Partizan, junto a las autoridades de Belgrado, han accedido a todas estas peticiones del club español.

"Si hay algún incidente, en 45 minutos se vacían las gradas y se juega el cuarto partido sin público"

Goran Grbovic, director del Stark Arena

Goran Grbovic, exjugador del Partizan y actual director del Stark Arena, explicó que "si hay algún incidente, entra un objeto o, Dios no lo quiera, alguien sale herido por ello, en 45 minutos se vacían todas las gradas y se juega el cuarto partido sin público", dijo en el medio Mozzart Sport.

"No hay duda de que el Stark Arena volverá a estar lleno, pero si el resto de la serie de playoffs de la Euroliga están bajo la lupa, entonces esta estará bajo el microscopio y créanme, esperarán el menor error posible para volver a sancionar. La Euroliga tiene sus controladores por el pabellón, lo cual es bastante normal. Ahora imagine bajo tales tensiones qué tipo de control habrá y cuántos ojos estarán puestos en Belgrado", añadió.

Zjelko Obradovic, entrenando al Partizan Reuters

A medida que se acerque la hora del partido, la tensión crecerá. Sin embargo, por ahora no se han registrado situaciones anormales a pesar de las amenazantes pancartas. Zeljko Obradovic, técnico del Partizan, llamó este lunes a la calma: "Al Real hay que darle una calurosa bienvenida y que todo ocurra con espíritu deportivo [...] porque todo el mundo estará viendo mañana el partido", pidió el serbio, que ya tras los enfrentamientos del jueves pidió calmar los ánimos.

Todo se centra en lo que pueda pasar en la cancha. El Real Madrid necesita casi de un milagro para estar en la Final Four de la Euroliga y los hinchas serbios jugarán su papel para evitar que así sea. Los blancos juegan sin red en un infierno cuyas llamas estarán más vivas que nunca.